Guasdualito, VENEZUELA (Agencia Fides, 29/04/2020) – Con motivo del regreso de los venezolanos a
su país, en la frontera con Alto Apure, el obispo de la diócesis de
Guasdualito, Venezuela, lanzó la campaña "No me pesa, es mi hermano",
para alentar la hospitalidad hacia las personas. que actualmente llegan
del país vecino de Colombia.
Mons. Pablo Modesto dijo que la razón de esta campaña es hacer un
esfuerzo y crecer en la sensibilidad del corazón, para motivar la
solidaridad hacia cualquiera que lo necesite. "Las cosas son difíciles,
estamos en tiempos difíciles, pero esta vez podemos convertirlas en una
oportunidad, no solo para ser más egoístas y cuidarnos a nosotros
mismos, descuidando a los demás, sino que debemos despertar el corazón
sensible que tenemos y compartir desde nuestro pobreza, desde nuestra
necesidad. Esta es la razón por la cual queremos invitar a nuestro
pueblo, que es hospitalario por naturaleza, a activar en ellos ese
corazón acogedor y afectuoso, que en estos tiempos difíciles en los que
vivimos, no disminuye el don de hospitalidad" dijo el obispo.
La nota enviada a Fides por la Conferencia Episcopal, CEV, informa que a
través del puente internacional José Antonio Páez, las autoridades del
municipio de José Antonio Páez han recibido a unas 250 personas todos
los días, gracias al corredor humanitario que permitió la entrada de
aproximadamente 3 Mil venezolanos que regresan a su país y son llevados a
los centros listos para la cuarentena debido a la pandemia. Cumpliendo
con las recomendaciones del gobierno nacional, durante 14 días deben
permanecer bajo observación en caso de presentación de síntomas
relacionados con COVID-19, y solo más tarde pueden mudarse a sus
ciudades de origen.
La diócesis de Guasdualito (Venezuela) y la diócesis de Arauca
(Colombia) promovieron esta campaña "No me pesa, es mi hermano", y Mons.
Pablo Modesto agradeció la acogida que los colombianos tuvieron hacia
los venezolanos. A través de la Caritas diocesana se pusieron en
contacto para apoyar al alcalde de la región y lograron, con las
autoridades de Arauca, conseguir colchonetas o colchones, haciendo todo
lo posible para llevarlos a Guasdualito. "Aprovecho esta circunstancia
para agradecer el trabajo conjunto que se está llevando a cabo no solo
entre los Estados, sino también con la Iglesia misma, que estamos
mediando, apoyándonos mutuamente", dijo el Obispo.