Karachi, PAKISTÁN (Agencia Fides, 18/04/2020) - La organización “Saylani Welfare International
Trust” ha actuado discriminando a las minorías religiosas en la
distribución de alimentos por la emergencia Covid-19 en la región de
Sindh. Lo ha confirmado a la Agencia Fides el parlamentario católico
Anthony Naveed, miembro del Partido Popular de Pakistán en Sindh. Según
la información de Fides, Saylani Welfare International Trust trabaja en
la zona de Korangi (en Karachi) desde 1999, distribuyendo ayuda y
comidas a los trabajadores sin hogar y temporeros. Al parecer, Abid
Qadri pedido a las mujeres locales que hacían cola para la ración de
alimentos en Korangi que abandonasen la fila por su religión cristiana e
hindú, pero los responsables de la organización niegan este incidente.
El pastor Muazzam John, que dirige una Iglesia Evangélica Pentecostal en
Karachi, dice que "nuestras iglesias con sus propios recursos han
ayudado a la comunidad local con raciones de comida, pero no podemos
ayudar a todos. La Iglesia no ha discriminado a nadie, sino que ha
ayudado a todos los que han venido pidiendo ayuda".
El abogado católico Khalil Tahir Sandhu, presidente del Comité
Permanente de Derechos Humanos en el Parlamento de Punjab, señala a
Fides que "el gobierno no discrimina al proporcionar alimentos o
asistencia financiera a las personas. Aunque el procedimiento para
obtener asistencia puede ser lento, no hace ninguna diferencia por el
credo o el origen étnico cuando se brinda asistencia. Sin embargo, es
posible que las personas que realizan físicamente la distribución hayan
actuado con discriminación o preferencia. El gobierno debe tomar medidas
rigurosas y controlar este peligro".
La Sra. Shanila Ruth, miembro del Parlamento y Representante para la
Armonía Interreligiosa en el Parlamento Federal, informa a Fides que los
gobiernos provinciales han lanzado el "Programa Ahsaas" para brindar
apoyo financiero a las familias necesitadas con ayudas diarias. El
objetivo principal del gobierno es apoyar a todas las personas en
situación de pobreza, debido al Covid-19.
Shireen Aslam, miembro del Comité de Derechos Humanos del Distrito de
Attock, declara que "dos personas que distribuyeron raciones de comida
en el distrito de Attock también discriminaron a las minorías
religiosas". Y afirma: “Debemos hacer que las personas se concentren en
la base de la humanidad, en los más pobres de nuestra nación. Todos
debemos estar unidos en este momento crítico y ayudar a todos,
independientemente de su fe, credo o etnia. Debemos actuar de inmediato
como una sola nación y dejar de lado nuestras diferencias para ayudar a
las personas".
La pandemia de Covid-19 de repente ha privado de su salario a los
trabajadores jornaleros en Pakistán. El virus ha contagiado hasta ahora a
más de 7.025 personas y 135 han fallecido, además, muchos afectados
están gravemente enfermos y hospitalizados. El gobierno ha impuesto un
bloqueo a nivel nacional.
Las consecuencias económicas y sociales del virus podrían ser muy graves
en un país como Pakistán con una población de más de 120 millones.
Miles de personas están desempleadas y muchas industrias están cerradas.
Miles de familias pobres necesitan asistencia alimentaria a diario. Se
han informado algunos episodios de suicidio de personas que no pueden
alimentar a sus familias numerosas.