Como refiere a la Agencia Fides Naveed Walter, Presidente de HRFP, la mayor parte de los casos denunciados a partir del 2014 y en los primeros meses del 2015 se han verificado, en un 70%, en la provincia del Punjab. Además de tener que considerar los muchos otros casos que no son denunciados por miedo a la venganza o a las retorsiones.
Las Ong han pedido al gobierno provincial de Punjab y al federal de iniciar acciones concretas para controlar y detener el fenómeno, que es un abuso grave de los derechos individuales. Naveed Walter condena “la reticencia de las autoridades gobernativas a limitar esta forma de violencia contra las minorías religiosas”.
El foro recuerda los casos de Rinkle Kumari en la provincia del Sindh, de Poonam Kumari y Payal Kumari en la del Baluchistan, de Saba Waris, Hina y muchas otras en Punjab. “Con demasiada frecuencia,prevalece la cultura de la impunidad hacia los responsables de secuestros, conversiones forzadas y matrimonios forzados”, se afirma. El foro pide la creación de un equipo especial de magistrados, policías y funcionarios públicos que se encargue de supervisar, informar y actuar con prontitud cuando ocurren casos como estos.