La furia destructora de los yihadistas se ha centrado en la fachada del lugar de culto por su configuración arquitectónica especial, con ladrillos y aberturas dispuestas de forma que diseñasen una gran cruz. Las cruces que estaban en la cúpula y el techo del monasterio habían sido arrancadas por los yihadistas ya en diciembre, al igual que han hecho con otras iglesias en los territorios controlados por el estado islámico. Las fuentes locales y las fotos publicadas por la página web confirman que lo que ha sufrido una gran devastación ha sido sobretodo el cementerio situado al lado de la iglesia, donde descansaba el cuerpo de muchos soldados iraquíes cristianos muertos durante la guerra entre Iraq e Irán.
En los últimos tiempos, según noticias confirmadas por múltiples fuentes, el monasterio de San Jorge había sido utilizado por los yihadistas como un lugar de detención. En diciembre, hubo al menos 150 presos trasladados con los ojos vendados y esposados, entre ellos algunos jefes tribales sunitas opositores del Estado islámico y ex miembros del aparato de seguridad, anteriormente detenidos en la prisión de Badush (evacuada en previsión de un posible ataque de la coalición anti-Califato). En precedencia, fuentes locales habían informado a la Agencia Fides que en el mismo monasterio estaban retenidas algunas mujeres. “Estamos entristecidos por lo que ocurre con el monasterio - dice a la Agencia Fides Sor Luigina, superiora de las hermanas caldeas en Roma, nacida y crecida en Mosul -, pero estamos seguras de que al final se encargará San Jorge, que es muy poderoso, como saben bien los habitantes de Mosul, cristianos y musulmanes, que le son todos muy devotos”.