Chenalhó, MÉXICO (Agencia Fides, 30/05/2016) – “Sentimos que no haya sido el diálogo, sino
la violencia y el secuestro de persona el camino que han tomado los
autores intelectuales y materiales para tratar este caso. Sentimos que
no se haya respetado la sede de la Curia Diocesana, como recinto de
búsqueda de paz y de justicia”, afirma el comunicado de la diócesis de
San Cristóbal de Las Casas publicado tras los últimos eventos y que
hemos recibido en la Agencia Fides.
El 25 de mayo se realizó una reunión entre el alcalde de Chenalhó (en el
departamento de Chiapas), que no quería dimitir sólo porque lo había
pedido la oposición, y los representantes de la oposición, que
presentaban como motivación para pedir su renuncia, la mala gestión. Las
autoridades religiosas de la Iglesia Católica actuaron como mediadores.
Durante la reunión, de la que casi nadie estaba al corriente, una docena
de personas irrumpieron en los locales de la curia con palos y piedras,
amenazando a los presentes, y secuestrando a dos parlamentarios
invitados como testigos. Por petición de los secuestradores, el alcalde
dimitió para dejar el puesto al representante de la oposición. De este
modo los rehenes fueron liberados. En la tarde de ese mismo día, 25 de
mayo, y al día siguiente, se produjeron enfrentamientos entre
simpatizantes del alcalde y miembros de la oposición, causando 2 muertos
y numerosos heridos.
El comunicado de la diócesis, lanzado este fin de semana, está firmado
por el obispo de San Cristóbal de las Casas, S. E. Mons. Felipe
Arizmendi Esquivel; por el obispo coadjutor, S. E. Mons. Enrique Díaz
Díaz, y por Fray Gonzalo Ituarte Verdusco, vicario de Justicia y Paz. El
texto recuerda a los ciudadanos de Chenalhó que esta rivalidad
innecesaria, que se remonta a 1997, tiene que terminar, porque “como
hermanos, tenemos que respetarnos unos a otros, no hacer daño a nadie
solo por pensar diferente a nosotros, y buscar el bien común”. Además el
comunicado pide a las autoridades, que intervengan para “no hacer
crecer la irritación social que es difícil de controlar”. El gobierno
central ha aprobado el envío de un gran contingente de fuerzas de
seguridad para hacer frente a la situación.