Bei Jala, TIERRA SANTA (Agencia Fides,
28/05/2016) – La construcción del muro de separación
destinado a atravesar el valle de Cremisán continúa a un ritmo
imparable, y ya se ven los estragos irreparables que dicho trabajo está
causando en está área que representaba un pulmón verde para esta zona
densamente poblada en la que están englobadas ciudades como Belén, Beit
Jala y Beit Sahour. Este jueves, 26 de mayo, los jefes de las misiones
de la UE presentes en Jerusalén y Ramallah, han podido tomar nota de los
efectos de los trabajos llevados a cabo bajo la dirección del ejército
israelí. Los representantes de la UE han visitado la zona de Beit Onah,
cerca del Valle de Cremisán, recibiendo información y actualizaciones
sobre los aspectos jurídico, político y socio-económico de la
construcción del muro por parte de los miembros de la Société St Yves,
el Centro de Derechos Humanos vinculado al Patriarcado latino de
Jerusalén.
Durante la visita – comentan los medios oficiales del Patriarcado latino
– los jefes de la misión de la UE han podido escuchar los testimonios
de Issa Al-Shatleh, uno de los propietarios de los terrenos confiscados y
de los olivos arrancados por la construcción del muro, mientras que el
padre Aktham Hijazin, párroco de Beit Jala, ha comunicado las próximas
expropiaciones de tierras propiedad del municipio de Beit Jala por parte
de los asentamientos de Gush Etzion y Har Gilo.
La ruta del muro de separación impuesta por las autoridades israelíes se
extiende en gran parte en tierra palestina. Las misiones de la UE -
subrayan las fuentes del Patriarcado Latino, a la Agencia Fides - han
condenado repetidamente la construcción de asentamientos y del muro de
separación más allá de las fronteras de 1967, destacando la ilegalidad
desde el punto de vista del derecho internacional.