Abuja, NIGERIA (Agencia Fides, 20/05/2016) - “La pregunta que debemos hacernos es: ¿por qué
hasta ahora no las habíamos encontrado en dos años después de
secuestro?” dice a la Agencia Fides el cardenal John Onaiyekan,
Arzobispo de Abuja, al comentar la reciente liberación de dos de las 219
chicas secuestradas en la noche del 14 de abril de 2014 en su escuela
de Chibok al norte de Nigeria por la secta islamista Boko Haram.
Sabemos que varios cientos de mujeres y niños secuestrados por Boko
Haram han sido liberados en los últimos meses gracias a las operaciones
llevadas a cabo por el ejército”, dice el cardenal. “Pero las chicas de
Chibok tienen un valor especial, debido a la movilización de los medios
de comunicación internacionales en su favor, por lo que parece que Boko
Haram las oculta con más cuidado que a los otros secuestrados. Así que
si empezamos a encontrar a las chicas de Chibok es una señal de que,
finalmente, la organización de Boko Haram está colapsando”, afirma el
cardenal, que está “preocupado por la salud de estas pobres niñas que
han sufrido violencias horribles. De hecho, los hombres de Boko Haram
son recompensados por su organización no con dinero, sino con las chicas
secuestradas”.
A pesar del compromiso de las fuerzas militares en el dar caza a Boko
Haram, la situación general de seguridad en Nigeria siguen siendo
preocupante. El misma Cardenal Onaiyekan recientemente se ha visto
involucrado en una emboscada en la carretera atribuida a los pastores
Fulani. “No puedo decir si eran pastores Fulani
o no los que dispararon a mi coche, porque estaba en el bosque y no
vimos a nadie”, dice el cardenal. “Seguramente era una emboscada en la
carretera, como los muchos que por desgracia ocurren en Nigeria y no de
un ataque dirigido en mi persona. La violencia de los pastores Fulani es
un problema que debe ser resuelto mediante la búsqueda de los intereses
de todos, pero la situación de inseguridad general que vive el país es
los más preocupante”, concluye el cardenal.