Abuja, NIGERIA (Agencia Fides, 07/07/2016) - La reciente ola de secuestros de sacerdotes y
religiosos es “un asalto a la Iglesia”, dice don Sylvester Onmoke,
recién elegido Presidente de la Asociación de sacerdotes diocesanos de
Nigeria (President of the Nigeria Catholic Diocesan Priests Association,
NCDPA).
El caso más dramático es el del p. John Adeyi, Vicario General de la
diócesis de Otukpo, en el Estado nigeriano de Benue, secuestrado el 24
de abril, y cuyos restos han sido hallados dos
meses después, el 22 de junio, cerca del complejo de la Ogbadibo Local
Government Education Authority en Otukpa, su ciudad natal.
Sus secuestradores habían pedido un rescate por su liberación. A pesar
de que la familia del Vicario había entregado la suma exigida, el
sacerdote no fue liberado. Más tarde se produjo el trágico hallazgo de
su cuerpo ya en descomposición.
El 23 de junio fue secuestrado el p. Julius Gospel Inalegwu, en su
parroquia, la St. Joseph Catholic Church, Jitan – Dutse, en la Tudun
Wada Local Government Council, en el Estado de Kano. Según Mons. John
Namaza Niyiring, obispo de Kano, sus secuestradores han pedido un
rescate de 20 millones de Naira (63.898,65 Euro).
La corrupción y la codicia de dinero que afecta a la sociedad nigeriana
continúa siendo una causa importante de secuestros de sacerdotes, según
Don Onmoke. El presidente de la Asociación de sacerdotes nigerianos
crítica el mal ejemplo dado por los políticos y funcionarios corruptos
que, haciendo alarde de su riqueza obtenida ilícitamente, empujan a
otros a tratar de conseguir dinero fácilmente, y por todos los medios. A
esto se añade, según el sacerdote, la frustración generalizada entre la
población ante el desempleo y por falta del pago de los salarios de los
trabajadores.
Don Onmoke pide al gobierno que garantice la seguridad de todos y ponga
en marcha políticas para hacer frente a los males del país, además,
invita a los fieles a rezar para que los sacerdotes y religiosos sean
protegidos de la amenaza de secuestro.