Caracas, VENEZUELA (Agencia Fides, 13/07/2016) – “Los Arzobispos y Obispos de Venezuela,
reunidos en la 106ª Asamblea Ordinaria, quieren compartir con el pueblo
venezolano las angustias que se sufren y comunicar la esperanza de que
reconciliados y en diálogo se encuentren soluciones eficaces a la
presente crisis”: así inicia la exhortación final publicada ayer por la
tarde y enviada a la Agencia Fides por la Conferencia Episcopal
Venezolana (CEV). La exhortación, con fecha del
12 de julio de 2016, se titula “El Señor ama al que busca la justicia”
(Prov. 15, 9).
Después de una breve descripción de la realidad social que vive el país,
los obispos señalan algunas cosas urgentes: “estamos al borde de una
crisis de seguridad alimentaria y sanitaria, con consecuencias sociales
impredecibles – advierten -. El acrecentamiento del poder militar es una
amenaza a la tranquilidad y a la paz”. La violencia y la inseguridad
están en todas partes, constatan los Obispos citando la agresión a los
seminaristas. El texto pone de manifiesto que
“la identidad cultural del venezolano se reduce y hasta se pierde cuando
se valora únicamente si está vinculada al proyecto político
imperante... La democracia en Venezuela está resquebrajada”.
Sin embargo “la crisis moral es mayor que la crisis económica y
política, porque afecta a toda la población en sus normas de
comportamiento. La verdad cede su puesto a la mentira, la transparencia a
la corrupción, el diálogo a la intolerancia y la convivencia a la
anarquía”.
Los Obispos señalan tres prioridades:
1.- “Es de urgente prioridad que el Ejecutivo permita la entrada de
medicamentos al país, dada su gran escasez. Para su recepción y
distribución, la Iglesia ofrece los servicios e infraestructura de
Cáritas, y de otras instancias eclesiales abiertas a la cooperación de
otras confesiones religiosas e instituciones privadas. Este servicio no
es la solución definitiva, pero sí es una ayuda significativa”.
2.- “Es una necesidad que se abra de manera permanente la frontera
colombo-venezolana. El haber permitido su apertura el pasado domingo 10
de Julio hizo posible que numerosos hermanos pudieran proveerse de
alimentos, medicinas y otros bienes. El paso de miles de ciudadanos al
vecino país es prueba evidente de la crisis”.
3.- “Aumenta el número de ciudadanos venezolanos recluidos en las
cárceles y en distintos lugares de jurisdicción policial, injustamente
privados de libertad, muchos de ellos por razones políticas. La gran
mayoría se encuentra en condiciones inhumanas y carece del debido
proceso. Estas personas, siendo inocentes, deben salir en libertad plena
o al menos, deben ser juzgadas en libertad, tal como lo establece el
Código Orgánico Procesal Penal”.