Rajshahi, BANGLADESH (Agencia Fides, 06/07/2016) – “Los padres no se preocupan por sus hijos: la
familia a fracasado. Sólo les han dado dinero y buena vida, sin
preocuparse de su educación, de sus ideas, de su mentalidad. Los han
expuesto a la propaganda ideológica que les ha prometido convertirse en
héroes o de ganar el paraíso, causando la muerte. Hay una brecha
generacional. Y no podemos olvidar el tema de las madrasas (escuelas
coránicas gratuitas) donde se hace un lavado de cerebro real a los
jóvenes, formándolos a las ideas radicales. Esto realmente es un
problema nacional”: dice en una entrevista con la Agencia Fides, Su Exc.
Mons. Gervas Rozario, obispo de Rajshahi, comentando la información
presentada después de la matanza en Dhaka el 1 de julio, cuando un
comando de siete jóvenes terroristas de entre 20 y 22 años han asesinado
a 20 rehenes.
Todos estos jóvenes eran de familias ricas o de clase media alta y
habían asistido a escuelas privadas a nivel internacional. Uno de ellos,
Rohan Imtiaz Khan, era hijo de un político del partido Awami League,
que está en el gobierno de Bangladesh. Su padre ha pedido públicamente
perdón a la población, admitiendo su “fracaso”. “Lo que deja atónita a
la opinión pública es que estos terroristas eran todos chicos de clase
bien”, señala el Obispo, quien ha hecho un llamamiento a los líderes
musulmanes: “Hay líderes islámicos de Bangladesh que han condenado la
violencia, pero hay que hacer más en el país y hacerlo juntos. Todas las
fuerzas sanas deben unirse, a partir de las instituciones, para traer
de vuelta los valores de la paz y la tolerancia a la agenda política y
derrotar juntos la amenaza terrorista”.