Lahore, PAKISTÁN (Agencia Fides, 23/02/2017 – “Nuestra respuesta al terrorismo es la unidad.
Vamos a seguir promoviendo, con todos los hombres y mujeres de buena
voluntad, la paz, la justicia y la armonía en Pakistán, ante la amenaza
terrorista que está ensangrentando el país”, dice a la Agencia Fides el
padre dominico James Channan, Director del “Peace Center” en Lahore, un
centro comprometido en la promoción del diálogo interreligioso.
En los últimos días, después de una serie de ataques terroristas en todo
el país, el ejército paquistaní ha lanzado una
operación a escala nacional contra el terrorismo. La facción talibana
“Jamat-ul-Ahrar”, que ha reivindicado la responsabilidad de algunos de
los recientes ataques, publicando un vídeo en el que amenaza a
cristianos, hindúes, sijs, minorías religiosas e incluso a los
musulmanes, para que no apoyen al ejército o el gobierno de Pakistán.
Según el grupo talibán, los lugares de culto y las minorías religiosas
no serán objetivos si se mantienen alejados del gobierno.
Los radicales también han anunciado planes para atacar “a todos los
implicados en blasfemia contra el profeta”, en referencia especialmente a
los Ahmadis, considerados una minoría musulmana herética.
“Golpean por todas partes – señala el p. Channan a la Agencia Fides -
también a objetivos protegidos como escuelas, plazas, lugares de culto,
para crear pánico y terror. En este momento de desafío, todos los
hombres de buena voluntad deben unirse. En los últimos días, hemos
llevado a cabo un seminario en el Peace Center, al que han asistido 35
líderes religiosos y de la sociedad civil, para interrogarnos sobre la
respuesta de la sociedad paquistaní contra el terrorismo. Todos han
estado de acuerdo en la urgencia de redescubrir los objetivos de
desarrollo sostenible de la ONU y de construir la paz, la justicia y la
igualdad de género”.
En particular, explica el director, “los cristianos viven con una
sensación de vulnerabilidad, miedo e inseguridad, sobre todo cuando hay
reuniones o celebraciones litúrgicas como las misas de los domingos.
Pero la fe de los bautizados en Pakistán es fuerte y la gente, a pesar
del miedo, nunca deja de asistir y frecuentar las iglesias”.