Al Arish, EGIPTO (Agencia Fides,
27/02/2017) - La secuencia de asesinatos que se han
producido en las últimas semanas contra los cristianos coptos en el
norte del Sinaí, ha provocado la fuga de más de 100 familias cristianas,
que se han trasladado desde la capital de al Arish a la ciudad de
Ismailia, a 120 km al este de El Cairo. Este cambio precipitado de las
familias cristianas ha iniciado después de que un hidráulico copto
muriese el jueves pasado a manos de un comando terrorista, mientras se
encontraba en su casa. Desde entonces, también se han multiplicado las
tomas de posiciones de las instituciones islámicas ante la nueva espiral
de violencia contra los coptos egipcios.
La Casa de la Fatwa (Dar al Ifta al Misryah), organismo de Egipto
presidida por el Gran Mufti de Egipto y encargado de difundir
pronunciamientos para orientar y disolver las dudas y controversias
relativas a la aplicación de los preceptos del Corán, ha emitido un
comunicado para condenar esta cadena de asesinatos, haciendo hincapié en
que la campaña orquestada por grupos yihadistas contra los cristianos
nativos de Egipto punta explícitamente a sabotear la unidad nacional. El
portavoz de Al-Nur, el partido ultra-conservador salafista, támbién ha
expresado públicamente su condena de los asesinatos selectivos de los
cristianos coptos, que están ocurriendo en el norte del Sinaí, haciendo
hincapié en que “van en contra de las enseñanzas del Islam”. A su vez,
sobre los cristianos desplazados y sobre la necesidad de proteger a los
cristianos en la región de nuevos ataques, han hablado en una
conversación telefónica, el Patriarca copto ortodoxo Tawadros II y el
pri
mer
ministro de Egipto, Sherif Ismail.
El norte del Sinaí lleva tiempo siendo epicentro de las acciones
violentas de los grupos yihadistas contra militares, policías y civiles.
Cuando la secuencia de asesinatos de cristianos en el Sinaí ya habían
comenzado, afiliados al Estado Islámico (Daesh) lanzaron un mensaje de
vídeo en la que reivindicaban esta nueva campaña de violencia dirigida
contra los coptos, definida por los yihadistas como “su presa favorita”.
El mensaje de vídeo ensalzaba la figura de Abu Abdullah al-Masri, el
joven kamikaze suicida que el 11 de diciembre se hizo estallar en la
iglesia de Botrosiya, junto a la catedral copto-ortodoxa en El Cairo,
matando a 29 personas.