Bogotá, COLOMBIA (Agencia Fides, 02/10/2017) – “Ayudar a encontrar una vía que consolide la
paz, una paz sólida y completa, este es el propósito de nuestra
participación en los diálogos”, ha dicho Su Exc. Mons. Juan Carlos
Barreto, obispo de la diócesis de Quibdo y miembro de la Comisión de la
iglesia católica para el diálogo entre el gobierno colombiano y los
grupos de guerrilla ELN (Ejercito de Liberación Nacional). Así lo ha
declarado Mons. Barreto al final de la reunión celebrada en Bogotá,
entre los operadores de reconciliación y paz promovidos por la Comisión
para la Reconciliación Nacional, a la que pertenecen los obispos de la
diócesis cuyo territorio se encuentra en zonas de conflicto. “Colombia
busca la paz para poder dar a las comunidades de la zona una nueva
perspectiva, una esperanza de paz y para construir un mundo diferente al
que han vivido durante años”, ha reiterado Monseñor Barreto.
Este 1° de octubre a media noche ha comenzado el alto el fuego bilateral
entre el Gobierno colombiano y el ELN concordado hace tres meses, y que
durará hasta el 9 de enero, pero con la perspectiva de prorrogarlo en
base a la evaluación de la Comisión para el control y la prevención. La
Comisión está compuesta por una delegación de las Naciones Unidas, poe
los 20 obispos de la diócesis involucrada, así como por los generales
del ejército y de la policía, miembros del gobierno y guerrilleros. La
vigilancia sobre el respeto del cese del fuego se realizará en los 33
municipios donde está presente el ELN.
La noticia es crucial para todos aquellos sectores sociales que quieren
la paz con profundas reformas democráticas. Además, las negociaciones
con ELN en Quito podrían ser más rápidas que las de La Habana, dada la
experiencia adquirida en el proceso con las FARC (Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia). Por lo que ya existe un terreno explorado
que permite al ELN asumir muchos de los compromisos acordados con las
FARC.
La Iglesia Católica, protagonista en la mesa de diálogo, tiene una
organización bien estructurada a nivel local. Según el Mons. Barreto, en
cada una de las 20 diócesis involucradas, los obispos pueden formar una
comisión con personas preparadas para esta tarea. Hay tres niveles de
verificación, ha explicado: uno a nivel nacional, presidido por el
Presidente de la Conferencia Episcopal, el segundo a nivel regional y el
tercero en cada diócesis