Yaoundé, CAMERÚN (Agencia Fides, 02/10/2017) - Han muerto al menos siete personas en varios
enfrentamientos entre manifestantes separatistas y fuerzas de seguridad
en la región anglófona de Camerún, donde ayer, domingo 1 de octubre, se
declaró simbólicamente la independencia de la que se ha llamado
Ambazonia. Los enfrentamientos se han producido tanto en el suroeste
como en el noroeste del país, donde el gobierno ha decretado el toque de
queda y ha desplegado a casi mil agentes de seguridad. Los separatistas
escogieron la fecha del 1 de octubre en memoria de la independencia de
la zona anglófona del Reino Unido ocurrida en 1961. La parte francófona
se había independizado de Francia en 1960. En aquel entonces un
referéndum estableció la creación de un único estado bilingüe.
En la vispera de las manifestaciones, la
Comisión Episcopal “Justicia y Paz” ha publicado una declaración en la
que se expresa la indignación de la Iglesia “por la persistencia de la
crisis anglófona, la amplitud del movimiento del 22 de septiembre de
2017 (ese día comenzaron las protestas organizadas para pedir la
secesión , ndr.) y el plan de proclamación para la independencia de las
regiones noroeste y suroeste”. “Justicia y Paz” renueva el llamamiento
de la Iglesia “a todos los protagonistas de la crisis, para que se
busque la paz a través del diálogo a la luz de la verdad”.
El comunicado critica al gobierno por no manejar la crisis y le pide
“que reconozca los límites y errores en la aplicación del proceso de
construcción nacional” así como que comience la descentralización
administrativa.
Las protestas de los secesionistas surgen de la exigencia de los
habitantes de las regiones anglófonas de utilizar el inglés en la
enseñanza y en las actividades administrativas y de adoptar el sistema
de common law de origen británico en lugar de la ley basada en el código
francés. Subrayando que no es tarea de la Iglesia definir la forma del
Estado, “Justicia y Paz” exige que la descentralización, inscrita en la
Constitución, se aplique para satisfacer las demandas de las regiones
anglófonas.