Guerrero, MÉXICO (Agencia Fides, 09/03/2018) - El asesinato de María Luisa Ortiz Arena, un
activista que trabajaba en defensa de las mujeres, no sólo detuvo la
celebración del Día Internacional de la Mujer en la región mexicana de
Guerreo, sino que ha llamado la atención nacional sobre el alarmante
aumento en el número de feminicidios El crimen cometido en la carretera
Iguala-Taxco, estado de Guerrero, ha llevado a las organizaciones para
los derechos de las mujeres a exigir la atención y la acción de las
autoridades.
Según el presidente del colectivo "Mujeres y Hombres por la Equidad",
María de Jesús Martínez Hernández, la violencia que asola el país, que
está dirigida principalmente a aquellos comprometidos en la actividad
social, hoy es intolerable.
Hace sólo tres semanas, el Obispo de la Diócesis de
Chilpancingo-Chilapa, Guerrero (México), Mons. Salvador Rangel Mendoza,
OFM había informado a la Agencia Fides la escalada de violencia que
había provocado el cierre de una escuela dirigida por una comunidad
religiosa.
María Luisa Ortiz Arenas, de 38 años, miembro de la "Red de mujeres
activistas", fue encontrada muerta el 6 de marzo por la noche en
Mexcaltepec, municipio de Taxco, cerca de la carretera federal que
conduce a Iguala. Su cuerpo tenía signos de palizas y violencia sexual.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),
América Latina y el Caribe, registran las tasas más altas de femicidio
en el mundo. En México, el Sistema Nacional de Seguridad Pública, en el
informe titulado "Crimen e información de emergencia con perspectiva de
género", informa que los homicidios intencionales de mujeres en el país
han aumentado de 1,575 en 2015 a 2,585 en 2017, 47% en más en solo dos
años. De esos homicidios intencionales, en 2015 se clasificaron 389 como
feminicidios, mientras que en el 2017 son 671, un aumento del 72%.