Kinshasa, REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO (Agencia Fides, 19/04/2018) - “El Congo sigue viviendo en un clima
particularmente inestable, pero a pesar de esto, la mayoría de las
muertes no están causadas por la violencia del conflicto, sino por la
malnutrición y sus consecuencias. La malaria y la inseguridad
alimentaria son una combinación terrible que causa una verdadera
masacre, especialmente entre los niños. La desnutrición crónica conduce a
un debilitamiento del sistema inmune y, por lo tanto, a una mayor
facilidad de verse afectado por enfermedades endémicas, sobre todo, por
malaria”. Con motivo del próximo Día Internacional contra la Malaria,
que se celebra el 25 de abril, la Agenzia Fides recoge el testimonio de
una alumna del Instituto de Ciencias de la Enfermería (ISSI) en Kinshasa
que, gracias a una beca, pudo realizar un período de formación en el
Campus Bio Medico de la Universidad de Roma, haciendo prácticas en
distintos campos de la cirugía.
La joven asegura a la Agencia Fides: “En el área de Mont-Ngafula, donde
se sitúa el ISSI, ahora no hay violencia, pero estamos listos para
servir en cualquier parte del país donde haya necesidad. Una enfermera
capacitada en ISSI encuentra trabajo rápidamente porque nuestra
preparación profesional y humana es incomparable”. El sistema de salud
carece de equipamiento adecuado y medicamentos, pero, sobre todo, de
personal capacitado necesario para mejorar la calidad de la atención. La
joven explica además que “los pacientes no pueden pagar el tratamiento
médico”. Para la malaria, por ejemplo, hay medicamentos efectivos. Si se
trata a tiempo con el medicamento adecuado, las complicaciones se
reducen, pero los costes excesivos no hacen posible las curas y los
tratamientos adecuados. Mientras esperamos contar con medicinas de bajo
coste y pruebas de diagnóstico rápidas y gratuitas, las enfermeras nos
centramos en la educación y por lo tanto en la prevención, teniendo en
cuenta que la persona está en el centro”.
Parte de las tareas del personal del ISSI es llevar a cabo actividades
de sensibilización comunitaria, a través de campañas de movilización
social y sesiones de capacitación dirigidas para difundir la importancia
de los hábitos para prevenir la malaria, para que cada familia entienda
la importancia de protegerse a sí misma y a sus hijos y de acudir a los
servicios de salud con los primeros síntomas. “Toda iniciativa dirigida
a las personas más vulnerables siempre tiene como objetivo crear
conciencia sobre los temas de higiénico-sanitarios, porque la tarea de
una enfermera no se limita a la asistencia de los enfermos sino que se
extiende al cuidado de la persona”, confirma Olga.
El proyecto a favor del Instituto Superior de Ciencias de Enfermería
cuenta con el apoyo de Harambee Africa International. La República Democrática del Congo representa, con más de
24 millones de casos de malaria, el segundo país del continente africano
en cuanto a la propagación y el impacto de la enfermedad, que es la
principal causa de mortalidad materno-infantil.