Managua, NICARAGUA (Agencia Fides, 20/04/2018) – “Cuánta barbarie! Lo que me temía y no debía
ocurrir. Ya hay al menos un estudiante muerto en la UPOLI. Se habla de
otros. ¡Siento mucho dolor! ¡No más represión criminal!": este es el
apremiante llamamiento de Mons. Silvio José Báez, obispo auxiliar de
Managua, a las autoridades de Nicaragua, donde la población, durante los
últimos dos días, ha salido a las calles para protestar contra la
reforma de la Seguridad Social (INSS), que afecta directamente a las
personas mayores y jubiladas.
La Agencia Fides ha recibido el llamamiento de Mons. Baez y también el
testimonio de misioneros y periodistas católicos que denuncian la
represión violenta por parte de la policía.
De acuerdo con la información más reciente, al menos cuatro personas,
entre ellas un policía, murieron ayer en los enfrentamientos durante las
manifestaciones de protesta generadas debido a la polémica reforma, que
aumenta la tasa de contribución de los empleadores y de los
trabajadores y reduce el dinero a los jubilados. Los 4 muertos son un
policía, dos jóvenes estudiantes universitarios (en Managua) y un
estudiante de secundaria que fue asesinado en el municipio de Tipitapa.
Las manifestaciones han tenido lugar en varios municipios y, según ha
referido la Cruz Roja, han causado al menos 33 heridos.
La reforma ha sido criticada por todos los sectores económicos, por
empresarios y expertos: lejos de prevenir el colapso del INSS -se dice-
favorece el desempleo, disminuye el consumo y la competitividad. La
Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin) ha pedido al gobierno que
suspenda la reforma, teniendo en cuenta que "socava la economía del
país, y que ha provocado el aumento de la violencia, que no se detiene
ya después de dos días".
Estudiantes, trabajadores y amas de casa han salido a las calles y han
considerado "escandalosa" la denuncia de la vicepresidenta de Nicaragua,
Rosario Murillo, quién ha afirmado que hay "manipulación política" en
las protestas. A través de las redes sociales, todos han podido ver cómo
han ido las cosas: el gobierno había convocado a empleados públicos
para algunas manifestaciones progubernamentales; pero los manifestantes
en cambio han comenzado una protesta contra el ejecutivo.
La mayoría de la población universitaria en Nicaragua estudia en
universidades estatales, y cuando se ha pedido a los estudiantes salir a
las calles para apoyar al gobierno de Ortega, los estudiantes lo han
hecho, pero para ofrecer su apoyo a los ancianos, en contra de la
reforma del INSS.
La policía ha enviado a las fuerzas antidisturbios para dispersar
violentamente a los manifestantes pacíficos que desfilaban por las
ciudades de todo el país. En muchos vídeos y audios enviados a la
Agencia Fides, se puede ver la violencia excesiva por parte de los
militares. Según la última información, las manifestaciones ya se han
extendido a 16 ciudades de Nicaragua.
La Iglesia Católica, a través de los obispos, ha denunciado de inmediato
la represión violenta contra los estudiantes y contra los ancianos. La
Pastoral Juvenil Católica de la Diócesis de la ciudad de León, como
muchas otras diócesis, utilizando sus propios canales de redes sociales,
ha pedido "paz" contra las explosiones de violencia derivadas de esta
injusta reforma social.