São Gabriel da Cachoeira, BRASIL (Agencia Fides, 21/04/2018) – “Combatir la trata de
personas es uno de los grandes desafíos de la sociedad del siglo XXI.
Este crimen por desgracia también esta muy presente en la Amazonía
brasileña, donde el número de víctimas aumenta constantemente”. Este es
el motivo por el cual un grupo de religiosas de la “Red un Grito por la
Vida”, han visitado, del 3 al 18 de abril, dos municipios de la Región
del Río Negro, que forman parte de la Diócesis de São Gabriel da
Cachoeira, en plena Amazonía brasileña, donde la mayoría de la población
es indígena.
En las conclusiones de su visita, enviadas a la Agencia Fides, las
religiosas señala que ha sido un trabajo compartido con las parroquias
locales y que han podido visitar diferentes comunidades, tanto en las
ciudades como en a orillas de los ríos. Además han realizado un trabajo
de sensibilización en los colegios, con alumnos y docentes y en centros
juveniles. El grupo también ha visitado diferentes instituciones
públicas encargadas de la defensa de los derechos de los niños,
adolescentes y jóvenes, que aunque trabajan en la mejora de los derechos
lo hacen de forma separada sin realizar un trabajo conjunto, lo que
dificulta la consecución de los objetivos marcados.
Las religiosas han constatado la presencia de diferentes casos de trata,
abuso y explotación sexual, muchas veces encubiertos y desconocidos,
hasta para la propia población local. En la visita, han surgido relatos
estremecedores, sobre todo en los casos en los que las víctimas son
niños y niñas, que muchas veces sufren abusos hasta dentro de la propia
familia.
“Se trata de una realidad que no es fácil de cambiar”, como
constatan a la Agencia Fides quienes han participado en las actividades
llevadas a cabo durante las visitas, “pues al miedo a denunciar se une
la ineficacia del sistema policial y judicial, poco preocupados con la
defensa de los inocentes”. En ese sentido, durante las reuniones han
salido a la luz algunos ejemplos de diferentes crímenes que, después de
varios años, continúan impunes.
Por eso este trabajo de información, prevención y combate es
fundamental, sobre todo en estas realidades donde las situaciones que
exceden cualquier lógica son vistas como normales. Como por ejemplo el
hecho de que una niña de doce años se quede embarazada. Se trata de un
trabajo necesario y que muestra los desafíos que la vida religiosa está
asumiendo, haciéndose presente en las periferias del mundo, para ser voz
de aquellos a los que casi nadie escucha.
La Red un Grito por la Vida, creada en 2007, es una organización
vinculada a la Conferencia de los Religiosos de Brasil, que combate la
trata y la explotación sexual de niños y adolescentes, realizando un
trabajo de prevención y denuncia para tratar de acabar con una de las
grandes lacras de la sociedad actual.