Abuja, NIGERIA (Agencia Fides, 27/04/2018) - “Es hora de que el presidente tome la decisión
de retirarse con honor para salvar a la nación de un colapso completo”.
Con estas palabras, los obispos de Nigeria exigen la renuncia del
presidente Muhammadu Buhari, tal y como recoge un comunicado enviado a
la Agencia Fides, publicado después de la matanza del 24 de abril en la
localidad de Mbalom, en la que murieron dos
sacerdotes, el padre Joseph Gor y el padre Felix Tyolaha, junto con 15
parroquianos.
Los obispos nigerianos, que están en Roma en visita ad limina,
expresaron su estupor y tristeza por la matanza. “Estas almas inocentes
han sido asesinadas por una banda malvada e inhumana; los terroristas
transformaron el Middle Belt y otras zonas de Nigeria en un gran
cementerio. El 3 de enero, el padre Gor había tuiteado: “Vivimos con
miedo. Los Fulani todavía están aquí cerca de Mbalom. Se niegan a irse.
Todavía están con sus rebaños. No tenemos armas para defendernos”,
revela el comunicado. “Su petición desesperada de ayuda fue ignorada por
quien la debía escuchar”, dijeron los obispos, en referencia a los dos
sacerdotes asesinados. “Podrían haber escapado, pero, fieles a su
vocación, se quedaron para servir a su gente hasta su propia muerte”,
concluyen.
Los obispos acusan al gobierno federal y a las fuerzas de seguridad de
ser responsables de la situación de desamparo. “¿Cómo es que el gobierno
federal desaparece mientras sus fuerzas de seguridad cierran los ojos
ante los gritos de los ciudadanos, desarmados e indefensos, que son un
blanco fácil en sus propios hogares, granjas, carreteras y ahora incluso
en los lugares de culto?”.
“Desde hace dos años, la Conferencia Episcopal, junto con muchos otros
nigerianos de buena voluntad, ha pedido continuamente al presidente que
reconsidere la configuración del aparato y la estrategia de seguridad”,
recuerda la declaración. “Junto con millones de nigerianos, hemos
expresado nuestra falta de confianza en las fuerzas de seguridad que el
presidente ha puesto en manos de miembros de una sola religión”. El 8 de
febrero una delegación de obispos realizó una visita al presidente en
la que expusieron la inquietud de la Conferencia Episcopal respecto a la
seguridad de la nación (ver Fides 9/2/2018). “Desde entonces, -destaca
la declaración-, el baño de sangre y la destrucción de casas y granjas
han aumentado en intensidad y en brutalidad”. “Como cristianos, nos
sentimos traicionados por una nación por la que seguimos rezando y
sacrificándonos”. “El presidente no puede garantizar la seguridad del
país y, por tanto, ha perdido la confianza de los
ciudadanos”, por ese motivo, los obispos piden al Jefe de Estado que se
haga a un lado.