Lahore, PAKISTÁN (Agencia Fides, 19/04/2018) - Expresar una profunda preocupación por los
reiterados actos de violencia contra los cristianos en Quetta y Lahore;
condenar estos ataques y desligarse de los autores, desautorizando a
aquellos que abusan de la religión para cometer violencia; hacer un
serio llamamiento al gobierno de Pakistán para que los culpables sean
detenidos y dar lugar a una justicia rápida. Estos son los objetivos de
la conferencia organizada ayer, 18 de abril, en Lahore, por la Comisión
Nacional de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de la Conferencia
Episcopal y por la organización “United Religions iniziative” (URI). En
el encuentro, los líderes cristianos y musulmanes reiteraron que las
religiones en Pakistán quieren colaborar para trabajar por la justicia y
la armonía.
Como explica a Fides el padre James Channan OP, responsable de
URI-Pakistán, todos han condenado enérgicamente el brutal asesinato de
cristianos tuvo lugar en Essa Nagri, en Quetta. El padre Francis Nadeem,
secretario ejecutivo de la Comisión, dijo que “es responsabilidad del
Estado brindar seguridad a cada ciudadano sin distinción alguna.
Queremos seguridad para nuestros hogares, iglesias y escuelas. El
gobierno de Pakistán debe tomar medidas inmediatas para proteger a los
cristianos”. El padre Channan señala que “vivimos en un ambiente muy
tenso: los terroristas están destruyendo la paz y los cristianos viven
en un estado permanente de miedo. Como cristianos y musulmanes pedimos
justicia para las víctimas, seguridad para los cristianos pobres y
vulnerables y una compensación para las familias afectadas. Hacemos un
llamamiento al Tribunal Supremo de Pakistán para que se pronuncie sobre
los asesinatos selectivos de cristianos inocentes en Quetta”. El padre
Channan
también mencionó la reciente violencia en la ciudad de Shadara (cerca
Lahore) donde los atacantes quemaron una iglesia, y señaló que “muy a
menudo la policía es reacia a escribir el First Information Report (FIR)
(FIR) contra los culpables”.
El mufti Ashiq Hussain, líder musulmán, reiteró “la firme condena del
asesinato injusto y brutal de nuestros hermanos y hermanas cristianos en
Quetta. Pido al gobierno de Pakistán que les brinde apoyo moral y
financiero”. “Los cristianos asesinados en Quetta son mártires de la paz
y su sacrificio traerá un cambio positivo en nuestra sociedad.
Nosotros, líderes musulmanes, aseguramos que cada vez que haya que
invocar y trabajar por la paz, estaremos presentes y apoyaremos
plenamente todos los esfuerzos en esta dirección”.
“Debemos mostrar valor y pasión para desactivar los proyectos de los
terroristas contra la paz”, añadió el líder islámico Allama Asim
Makhdoom. “Los musulmanes y los cristianos somos hermanos y
continuaremos aportando nuestra contribución a la paz y a la armonía
entre confesiones”, concluyó.