Cuzco, PERÚ (Agencia Fides, 12/04/2018) – “Los sacerdotes deben tener en cuenta el
principal mensaje del Papa Francisco, en el que pide que formen una
Iglesia con un camino sacerdotal de santidad y no de perfección” así lo
ha afirmado Mons. Nicola Girasoli, Nuncio Apostólico en Perú, durante
una visita, la semana pasada, a la Archidiócesis del Cusco, en la que ha
presidido la ceremonia eucarística en el Seminario San Antonio Abad,
concelebrada por Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, Arzobispo
Metropolitano del Cusco, y Mons. Fredi Aparicio Quispe, Vicario General
de la misma archidiócesis. Según al nota recibida en la Agencia Fides el
Nuncio ha querido resaltar que para él es muy importante lograr
transmitir, en cada lugar que visita, el corazón, el amor, el afecto y
la cercanía del Santo Padre.
Mons. Girasoli, ha sido representante de la Santa Sede en Argentina del
2000 al 2006, por lo que pudo vivir de cerca con el entonces arzobispo
de Buenos Aires, Card. Jorge Mario Bergoglio del que afirma ser un
“apasionado admirador” porque “cada día, con la palabra y el ejemplo,
nos invita a vivir el ministerio pastoral con humildad, entrega y
desapego”. El nuncio, que en el 2017 ha escrito un libro sobre el
Pontífice titulado “Papa Francisco. La iglesia de lo esencial”, recuerda
que uno de los rasgos esenciales del hoy Papa Francisco es: “estar en
medio del pueblo de Dios, hacerles sentir a todos la cercanía del
Pastor, con autenticidad y no por motivos de oficio y de protocolo, del
Pastor que se preocupa concretamente por todos los ciudadanos, que venda
sus llagas, que los consuela, que sabe darles un sólido mensajes de
esperanza”.
Tras la celebración, el Arzobispo Alarcón Urrutia, acompañado de Mons.
Aparicio y algunos sacerdotes y seminaristas, han sostenido una reunión
con el Nuncio Apostólico, en la que han analizado en profundidad el
mensaje del Papa Francisco a los sacerdotes, “pues es la esencia de la
labor sacerdotal en nuestra Archidiócesis”, ha afirmado el arzobispo
quién además ha anunciado que Mons. Nicola Girasoli estará presente este
año en una de las festividades más importantes de la Iglesia, la
Solemnidad de Corpus Christi. Unos días antes, Mons. Alarcón Urrutia,
durante la Solemne Misa Crismal en la Basílica Catedral del Cusco, había
recordado también a sus hermanos sacerdotes que: “su tarea
evangelizadora no tendrá resultados, si no hacen vida el ideal de
construir una Iglesia de comunión, formadora de discípulos misioneros y
servidora de la sociedad por la solidaridad, la misericordia y la
caridad”.
La diócesis del Cuzco que ocupa la parte central de la homónima región,
en la sierra sur del Perú, fue erigida por el Papa Paulo III el 5 de
septiembre de 1536 y elevada a Archidiócesis metropolitana el 23 de mayo
de 1943. Cuenta con una población de 2.173.000 habitantes de los cuales
1.920.000 son católicos con 91 sacerdotes diocesanos y 65 religiosos.
El territorio está dividido en doce decanatos que comprenden 81
parroquias.