Manila, FILIPINAS (Agencia Fides, 30/04/2018) – Asesinado un sacerdote este domingo 29 de abril
por la mañana en el norte de Filipinas. El padre Mark Ventura, párroco
de la Misión de San Isidro Labrador, recibió dos disparos de arma de
fuego, uno en la cabeza y el otro en el pecho.
Según la policía, el sacerdote estaba en una reunión con miembros del
coro parroquial y se disponía a presidir un bautizo cuando el asesino
apareció por la puerta de atrás del recinto y disparó contra el
sacerdote en dos ocasiones. El atacante, oculto con un casco y una
chaqueta, escapó en una motocicleta conducida por un cómplice.
El homicidio tuvo lugar en el pueblo Piña Weste cerca de la ciudad de
Gattaran en Cagayan. Gattaran se encuentra a unos 95 kilómetros al norte
de Tuguegarao, la capital de Cagayan, que está a unos 789 kilómetros
(490 millas) de Manila. Uno de los responsables de la Policía Nacional
Filipina, Mario Espino, ordenó la creación de un grupo especial de
investigación para esclarecer las circunstancias del asesinado del
sacerdote. Desde la policía de Cagayan han informado de que Ventura era
muy activo en su reivindicación de unas elecciones justas, de derechos
para los trabajadores filipinos en el extranjero y del bienestar de los
niños.
“Estamos en estado de shock y sin poder asimilar todavía la noticia del
brutal asesinato del padre Ventura, sacerdote católico de la Arquidiócesis de Tuguegarao”, aseguró el presidente de la Conferencia
Episcopal de Filipinas (CBCP), monseñor Romulo Valles, arzobispo de
Davao, en una declaración.
“Ofrecemos nuestras oraciones por el padre
Ventura, por su familia y por los fieles laicos de Tuguegarao. También
oramos por monseñor Sergio Utleg, arzobispo de Tuguegarao, sus
sacerdotes y religiosos de la archidiócesis, que este año en unión con
toda la Iglesia en las Filipinas, están celebrando el Año del Clero y de
los Consagrados. ¡Condenamos este acto malvado! Llamamos a las
autoridades a actuar rápidamente para encontrar a los autores de este
crimen y llevarlos ante la justicia”, dijo el obispo Valles.
“Instamos a
las autoridades a capturar y llevar ante la justicia a los asesinos del
padre Ventura tan pronto como sea posible y a no considerar su muerte
como
otro asesinato bajo investigación”, solicitó el presidente del partido
liberal Kiko Pangilinan.
“Esperemos que la muerte del padre Ventura no refleje el carácter de
nuestra nación a la luz de las recientes acciones del gobierno contra
sor Patricia Fox, una trabajadora humanitaria que trabajó durante 27
años en Filipinas y que fue expulsada del país sin ningún motivo”,
añadió Pangilinan.
“El descarado ataque contra el padre Ventura, conocido por su lucha
contra la minería y el apoyo a los pueblos indígenas, no tiene cabida en
ni nuestra sociedad ni debería tenerlo bajo esta administración, que se
enorgullece de privilegiar la ley y el orden y han reducido la tasa de
criminalidad”, concluyó Pangilinan. El padre Ventura había asumido la
dirección de la Misión de San Isidro Labrador a comienzos del pasado
abril. Durante siete años había sido sacerdote en la archidiócesis de
Tuguegarao. Es el segundo sacerdote asesinado en cuatro meses. El padre
Marcelito Páez, de 72 años, fue asesinado en Jaén, Nueva Écija, en las
Filipinas del Norte, por hombres armados no identificados en diciembre
de 2017.