Juba, SUDÁN DEL SUR (Agencia Fides, 14/04/2018) – La violencia y la inseguridad continúan
proliferando en el país africano. La noticia publicada hace unos días
por la agencia de prensa egipcia MENA informaba sobre el asesinato de
dos trabajadores humanitarios en Sudán del Sur. Uno de los operadores
pertenecía a la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo
Industrial (UNIDO), y fue asesinado cerca de la ciudad de Leer, el
segundo era de la organización Hope Restoration y fue asesinado cerca de
la ciudad de Bentiu.
“Durante el fin de semana, hombres armados dispararon contra una ONG que
transportaba a cinco trabajadores humanitarios a lo largo de la
carretera Nhialdlu-Bentiu”, se lee en una declaración de los obispos
católicos de naciones de África oriental (AMECEA) recibida en la Fides.
Después de estos episodios trágicos, Alain Noudehou, coordinador
humanitario del área, ha instado a las partes en conflicto a que
permitan la entrega de forma segura de las ayudas humanitarias. Según la
emisora “Radio Bakhita” de la archidiócesis de Juba, Noudehou ha
recurrido al gobierno y a los grupos de oposición para pedir garantías
sobre la seguridad de las operaciones de ayuda de los agentes
humanitarios. El coordinador ha destacado los peligros a los que se
enfrentan los trabajadores humanitarios para brindar ayuda todos los
días y ha pedido que los que perpetran actos atroces sean llevados ante
la justicia.
Como se puede ver en la nota, Noudehou también ha instado a la
liberación inmediata e incondicional de siete trabajadores humanitarios
secuestrados por un grupo armado mientras viajan desde el condado de
Kupera a Lainya para entregar suministros a los centros de salud. La
invitación que el coordinador de asuntos humanitarios ha lanzado a las
partes en conflicto es la de permitir el acceso libre, seguro y sin
obstáculos para poder llegar a millones de sudaneses del sur en
dificultades. Desde 2013, al menos 98 trabajadores humanitarios han sido
asesinados en Sudán del Sur.