Johannesburgo, SUDÁFRICA (Agencia Fides, 19/10/2018) - “Durante décadas las compañías de carbón
se han lavado las manos ante el hecho de que sus trabajadores estaban
expuestos a niveles dañinos de polvo de carbón. Las minas tienen que
asumir la responsabilidad ética y legal de los mineros enfermos”,
asegura monseñor Abel Gabuza, obispo de Kimberly y presidente de la
Comisión Episcopal “Justicia y Paz” de la Conferencia de Obispos
Católicos de África del Sur, en una declaración enviada a la Agencia
Fides sobre las iniciativas tomadas por la Iglesia en Sudáfrica para
ayudar a los trabajadores afectados por la neumoconiosis, una enfermedad
pulmonar causada por la inhalación de polvo, en este caso de carbón. La
neumoconiosis, también llamada enfermedad pulmonar negra, es una
enfermedad prevenible pero incurable que se contrae en las minas de
carbón si no se toma la protección adecuada contra el polvo de carbón.
Sudáfrica es uno de los países con la tasa más alta de pacientes
afectados por esta enfermedad. “El hecho de que Sudáfrica tenga cientos
de mineros enfermos por la industria del carbón es una muestra de la
codicia de las empresas del sector minero que supeditan la dignidad de
los trabajadores a la consecución de ganancias”, lamenta monseñor
Gabuza.
Insiste en que esta situación también es “un ejemplo de cómo la economía
sudafricana sigue basada en el carbón. El coste humano de la economía
basada en el carbón debe recordar a nuestro país la urgente necesidad de
una transición hacia formas de energía limpia”.
“La mayoría de los mineros que se enfermaron fueron enviados a casa con
una compensación mínima o ninguna después de trabajar en minas que
permitieron a sus accionistas ganar millones de rand”, subraya monseñor
Gabuza, quien apoya la acción de protesta lanzada por cientos de los
mineros que han contraído la enfermedad y por los familiares de los
trabajadores que murieron por la neumoconiosis.
Los obispos de Sudáfrica, a través de la Comisión “Justicia y Paz”,
apoyan plenamente la iniciativa lanzada por los trabajadores a través
del abogado Richard Spoor. “La batalla para hacer justicia a los mineros
enfermos no ha terminado”, dijo el obispo Gabuza hace unos meses.
“Estamos trabajando con el abogado Richard Spoor para buscar una
compensación por parte de las compañías mineras para los mineros que han
contraído esta enfermedad mortal en las minas de carbón”. Monseñor
Gabuza pidió a las compañías de carbón que tomen un ejemplo del acuerdo
firmado en mayo por seis compañías de oro sudafricanas por el que
crearon un fondo fiduciario de 5.200 millones de rand para compensar a
los mineros que sufren de silicosis y tuberculosis.