Ciudad de Guatemala, GUATEMALA (Agencia Fides, 19/10/2018) - Siguiendo el ejemplo de la
reciente canonización de mons. Romero, “testimonio vivo de un auténtico
compromiso cristiano por la justicia y la paz”, y la próxima
beatificación, el 27 de octubre en Izabal, del Padre Tullio Maruzzo,
Ofm, y del laico Luis Obdulio Arroyo, “testigos fieles de la paz y del
compromiso cristiano en el departamento de Izabal, en años de violencia y
persecución”, los obispos de Guatemala publicaron una declaración
titulada “Buscad primero el Reino de Dios y su justicia”.
Estas razones para regocijarse en el Señor contrastan con “el deterioro
de la calidad de vida de la mayoría de los habitantes, debido a la alta
tasa de desigualdad y a la ralentización que afecta a la sociedad”. En
el documento, de fecha 17 de octubre y firmado por el presidente y el
secretario de la Conferencia Episcopal, los obispos señalaron que
Guatemala posee “una gran cantidad de recursos naturales y humanos como
para hacer frente a las deficiencias en el campo de la educación, la
salud y el respeto de los derechos humanos básicos, pero lamentablemente
está marcado por la corrupción y por la falta de eficiencia del sector
público”. Por estos motivos, los guatemaltecos se ven obligados a
emigrar y a poner en riesgo sus vidas y las de sus familias en busca de
las oportunidades que no encuentran en su país. Añadieron que “el futuro
inmediato se ve ensombrecido por la incertidumbre política sobre el
inminente proceso electoral, que dista mucho de estar
delineado con claridad”.
No obstante, llamaron al pueblo de Dios a mantener su confianza en un
futuro mejor, a pesar de las graves dificultades del presente. Instaron a
quienes tienen la responsabilidad de formar la opinión pública a “ser
fieles a la verdad”, mientras le pidieron al pueblo de Dios “tener
sentido crítico” ante todo lo que ven o leen cada día en los medios de
comunicación. Además, invitaron a los partidos políticos “a presentar
planes y candidatos creíbles y a promover espacios reales para el
diálogo y para escuchar a las personas”. A los tres poderes del Estado
de Guatemala, les recordaron “la obligación de tener como primer
objetivo el bien común...y de buscar el bien de los más pobres y de las
víctimas de la desigualdad y la violencia”.
Los obispos ratificaron su apoyo a “la lucha contra la corrupción y la
impunidad, en la que Guatemala ha logrado resultados encomiables” e
invitaron a todos los ciudadanos a actuar honestamente en sus asuntos,
sea en el trabajo que en las actividades cotidianas. “Nos preocupa la
cancelación de las visas a funcionarios clave en la investigación de
delitos relacionados con figuras públicas, pues esto socava la
confiabilidad en la lucha contra la impunidad”.
También expusieron su preocupación por la difícil situación de los
migrantes en Honduras y afirmaron que esperan que “las agencias
gubernamentales y la sociedad en su conjunto trabajen para resolver los
problemas que causan la migración forzada”.
Concluyeron el mensaje con la esperanza de que “octubre, el mes
misionero y el mes de la Virgen del Rosario, de frutos no sólo de piedad
popular, sino también de una nueva conciencia sobre aquello que forma
parte de nuestro compromiso como cristianos en favor de una sociedad más
justa e integradora”.