Cauca, COLOMBIA (Agencia Fides, 22/08/2019) – "Los responsables de estos asesinatos usan armas
contra personas indefensas, planean crímenes, pero aún más, pagan para
matar y lavarse las manos con hipocresía. En nombre de la misericordia
de Dios Padre, pedimos a quienes amenazan y matan: detengan el
exterminio, respeten la vida humana, no se conviertan en cómplices de la
cultura de la muerte". Es el sincero llamamiento lanzado, ante la
violencia que sigue atormentando la región del Cauca, por el Arzobispo
de Popayán, Mons. Luis José Rueda Aparicio. El prelado alzó su voz de
denuncia y rechazo, estigmatizando las constantes amenazas y asesinatos
de indígenas, campesinos y líderes sociales.
En un mensaje enviado a la Agencia Fides, el arzobispo advirtió que "el
narcotráfico expone a las familias a convertirse en esclavos de una
economía de la muerte", señalando "el riesgo de que jóvenes y niños
corren por el uso de drogas".
El Arzobispo agrega: "Rechazamos el uso de glifosato para la
erradicación de campos de cultivo ilícitos, porque sabemos que es una
intervención química, que causa daños al suelo y es una amenaza
comprobada para la salud humana".
El mensaje también se refiere al tema de la corrupción a nivel político y
económico, señalando que "este flagelo afecta a los más pobres". "Quien
quiera gobernar desea algo bueno, pero gobernar es ante todo servir al
desarrollo integral de las personas y los pueblos. Ser ciudadanos
requiere aceptación con respecto a aquellos que piensan de manera
diferente y ejercer la política sin ser corruptos. Aquellos que no son
corruptos están realmente sirviendo de la vida humana ".
Finalmente, el Arzobispo alienta a todos los hombres y mujeres a
examinar la responsabilidad que cada persona tiene dentro de la
sociedad: "Es necesario que la solidaridad supere la indiferencia. La
salida de esta crisis de la humanidad requiere de todos para contribuir
con su propia sabiduría, su espiritualidad, experiencia, ternura y
liderazgo".