Phulbani, INDIA (Agencia Fides, 27/08/2019) – “La vida en Cristo arroja una semilla de amor
que continúa transformando individuos y comunidades. La fe de los
cristianos de Kandhamal lo muestra de manera visible. Cada oración en
este momento es una petición de paz y de reconciliación”. Son las
palabras del padre Udayanath Bishoyi, párroco de la parroquia de Cristo
Rey, en Phulbani. En este espíritu varias parroquias de la archidiócesis
de Cuttack-Bhubaneswar ofrecieron el pasado 25 de agosto oraciones por
las víctimas de la violencia anticristiana en el distrito de Kandhamal,
en el estado indio de Orissa.
“Nos reunimos en oración recordando a quienes murieron en la violencia
de Kandhamal de 2008”, recordó el párroco. Cada año, la Iglesia en India
conmemora el 25 de agosto, aniversario de la violencia anticristiana
que tuvo lugar en Kandhamal hace once años. “El sacrificio y la fe de
nuestros fieles en Cristo no deben ser olvidados. Siempre están
inspirando a muchos a mantenerse firmes en una fe amorosa en Jesucristo
ante la persecución y las pruebas de la vida en la tierra”, añadió el
padre Bishoyi.
“Dios bendiga a nuestro pueblo de Kandhamal. Le pedimos a Dios que los
mártires puedan impregnar del valor del cielo a todas las personas del
distrito”, indica el padre Augustine Singh, quien ofrece asesoramiento
pastoral y orientación psicológica a los supervivientes de la violencia.
“En este sufrimiento, Dios revela su misericordia con todas las víctimas
y las convierte en un signo de su santidad y una fuente de su gracia. A
través de su intercesión, la fe se fortalece entre las generaciones
futuras”, señala.
La violencia anticristiana en Orissa estalló en el distrito de Kandhamal
con una enorme virulencia: los grupos extremistas hindúes culparon a
los cristianos por el asesinato del líder hindú Swami Laxmanananda
Saraswati. Más de 100 personas fueron asesinadas y al menos 64 000
huyeron. Unas 6.500 casas y 395 iglesias fueron destruidas. Hoy,
alrededor de 10 000 personas aún no han regresado a sus hogares por
temor a represalias.
Según fuentes locales, aunque se presentaron a la policía más de 3.300
denuncias, solo 727 casos fueron juzgados en los tribunales, donde más
del 88% de los acusados fueron absueltos.