Manila, FILIPINAS (Agencia Fides, 21/08/2019) - Los Misioneros Rurales de Filipinas (RMP), un
grupo de sacerdotes, religiosas y laicos comprometidos a nivel pastoral y
social, celebraron el 50 aniversario de fundación confirmando el
trabajo de acompañar y apoyar a los más pobres en zonas remotas o
rurales.
Rural Missionaries of the Philippines es una organización nacional,
intercongregacional e interdiocesana compuesta por religiosos,
sacerdotes y laicos que viven y trabajan con campesinos, agricultores,
pescadores y pueblos indígenas. Fundados el 15 de agosto de 1969, es uno
de los socios de la Asociación de Superiores Mayores Religiosos de
Filipinas.
"En los últimos 50 años, la RMP ha llevado el Evangelio y ha trabajado
junto a comunidades pobres en áreas remotas, promoviendo la dignidad
humana, los derechos, la paz y la justicia social", explica a Fides la
hermana Elsa Compuesto, la nueva Coordinadora Nacional de la RMP,
elegida por la Asamblea Nacional de la organización en Manila en los
últimos días. "Los próximos 50 años serán años de gracia para trabajar
con los pobres. No queremos abandonar a nuestros pobres a pesar de las
muchas dificultades, luchas, riesgos y desafíos que nuestros misioneros
enfrentan junto con la gente a la que servimos", comenta sor Elsa, de la
Congregación de las Hermanas Misioneras de María. "Ser parte de la RMP
es un compromiso misionero para vivir un llamado profético con los
pobres", indica sor Elenita Belardo, coordinadora nacional saliente.
La RMP, siempre en primera línea contra la injusticia, ha alzado su voz
contra el asesinato de los pobres por parte de la policía o el ejército
por diversas razones y violaciones de los derechos humanos. Monseñor
Deogracias Iníguez destaca el esfuerzo, el compromiso y la contribución
de la RMP, cuyos miembros "están dispuestos a trabajar duro para acercar
la Iglesia al pueblo". "Los miembros de la RMP están dispuestos a
sacrificar tanto por el bien del Evangelio, mientras trabajan por la
justicia denunciando el mal y la injusticia", asegura el obispo.
La RMP está comprometida con los agricultores, los pueblos indígenas y
los pescadores "a través del testimonio colectivo y de la acción
profética", así como comprometida a animar a las personas de buena
voluntad a "apoyar a los pobres de las zonas rurales para que "puedan
disfrutar de los frutos de su trabajo preservando la integridad de la
creación", dice una nota de la organización.
Entre otros compromisos, la RMP ayuda a seminaristas y religiosos a que
puedan llevar a cabo su misión evangelizadora junto a los pobres de las
zonas rurales; realiza campañas sobre los problemas de las zonas
rurales; presta servicios de apoyo a las escuelas en temas como la
evangelización, la reducción del riesgo de desastres, los servicios de
salud, la promoción de los derechos humanos, la agricultura sostenible y
la mitigación del cambio climático; y contribuye a crear alianzas y
redes pastorales y sociales.