Bobodiulasso, BURKINA FASO (Agencia Fides, 09/08/2019) - La alerta continúa en Burkina Faso, donde
la situación es aún más tensa y peligrosa que en Malí (véase Fides
11/6/2019). Desde el pasado mes de febrero, grupos armados de matriz
yihadista han llevado a cabo cinco ataques en la misma zona, el último
de ellos hace unos días en Diblou, una aldea del norte del país en la
que murieron al menos 15 personas.
Es en este clima de tensión que las Hermanas Misioneras de la
Inmaculada, presentes en Burkina desde el año 2000, están trabajando.
"Por el momento no hay peligros considerables en nuestro país", aseguran
las hermanas en una nota enviada a la Agencia Fides. "En Bobodiulasso,
en el popular distrito de Quinimakora, trabajamos en estrecha
colaboración con la parroquia y dirigimos dos centros que son de la
diócesis y están abiertos a todos. La población es relativamente joven
y, por esta razón, hemos abierto una biblioteca con salas de estudio, un
anfiteatro para reuniones, debates, conferencias y actividades
culturales y educativas".
"De hecho, otras tres parroquias nacieron de la parroquia madre,
organizadas en comunidades de base, ubicadas en los distintos distritos.
Garantizamos nuestra presencia con encuentros formativos para adultos,
vamos a visitar a los enfermos a domicilio. Nuestras reuniones de
discusión se centran en problemas cotidianos como la falta de agua, la
escolarización de los niños, la higiene y los cursos de alfabetización.
En cada barrio hay un comité de gestión y una comisión formada por un
grupo de jóvenes".
"En colaboración con un farmacéutico italiano especializado en
cosmética, en 2005 se abrió una cooperativa en la que trabajan una
docena de mujeres en el procesamiento de la manteca de karité. Han
aprendido a fabricar cosméticos de notable calidad tanto para el mercado
local como para la exportación y se están organizando para el comercio
exterior", añadió la monja.
"Desde hace algunos años, la comunidad acoge a jóvenes que quieren
dedicarse a la vida religiosa. Tenemos un postulantado y un noviciado,
actualmente hay seis novicios en formación. Un punto importante de
formación es su inclusión en la vida de la gente. Los novicios pasan un
mes en grupos en los pueblos para compartir la vida cotidiana de las
personas que encuentran, viviendo con los medios que encuentran en el
lugar y de manera autónoma. Tres veces a la semana llevan ayuda a un
centro para enfermos mentales. Una monja mantiene el contacto entre los
enfermos y sus familias y un médico supervisa el centro".
Según un informe de las Naciones Unidas publicado esta semana, hasta la
fecha en Burkina Faso, unas 224.000 personas han sido desplazadas como
resultado de la violencia.
Según estimaciones de las Naciones Unidas, desde principios de año 90
mil burkineses han huido de sus hogares, han abandonado sus aldeas
porque están aterrorizados por la violencia que es particularmente común
en el norte del país.