Lahore, PAKISTÁN (Agencia Fides, 23/08/2019): "Insto a los líderes de Pakistán y de la India a
que trabajen para resolver los conflictos a través del diálogo y a que
se comprometan firmemente con la construcción de la paz. En el clima de
creciente intolerancia política entre India y Pakistán, la población de
Cachemira sufre y paga el precio más alto", asegura a Fides monseñor
Sebastian Francis Shaw, arzobispo de Lahore y presidente de la Comisión
Nacional para el Diálogo Interreligioso y el Ecumenismo (NCIDE).
El arzobispo guió una delegación de cristianos, musulmanes e hindúes
hasta la frontera de Wagha -en la frontera entre Pakistán y la India,
cerca de la ciudad de Lahore- para enviar un mensaje especial de paz y
armonía entre los dos países. La delegación hizo un llamamiento a la paz
en Cachemira y plantó un olivo en la frontera indopakistaní, símbolo
del nacimiento de una nueva esperanza de reconciliación y paz.
"Proponemos a ambos gobiernos elegir el camino del diálogo y encontrar
una solución. El verdadero éxito para ambos países es siempre lograr y
promover la paz y la armonía social. La cuestión de Cachemira no puede
resolverse mediante la guerra y la violencia: matar a personas inocentes
es siempre una derrota de la humanidad. Inspirémonos en el pasaje
evangélico que dice: ‘Bienaventurados los pacificadores’ (Mt 5,9).
Invitamos a todos nuestros fieles en Pakistán, y a todos nuestros
hermanos y hermanas de otras religiones, a orar intensamente por esta
causa. Esperamos que a través de nuestras oraciones el Señor ilumine los
corazones y que los asuntos políticos se resuelvan a través de
conversaciones en las mesas de negociación", indica el prelado.
La Comisión Nacional Justicia y Paz (NCJP) también expresó su profunda
preocupación por los recientes acontecimientos en el estado indio de
Jammu y Cachemira, cuyo estatuto de autonomía ha sido revocado por el
gobierno y transformado en territorio federal. Por su parte, el
arzobispo Joseph Arshad de la diócesis de Islamabad-Rawalpindi y
presidente de la Comisión Justicia y Paz, pide a los líderes políticos
de la India y Pakistán que "reactiven las conversaciones de paz
rápidamente y resuelvan todos los problemas a través de una
confrontación pacífica".
"Queremos que la paz y la justicia prevalezcan para el pueblo de la
atribulada región de Cachemira". El arzobispo Arshad, que también es
presidente de la Conferencia Episcopal Católica de Pakistán, deploró el
movimiento unilateral del gobierno indio que "puede perturbar
enormemente la paz en el sur de Asia y también la paz internacional.
Oremos por la paz entre los dos países", subrayó, enviando "a elegir en
toda circunstancia el camino del diálogo pacífico", asegura monseñor
Arshad.
Por su parte, el padre Emmanuel Yousaf Mani, director nacional del NCJP,
indica: "Toda la comunidad cristiana expresa una profunda solidaridad
con el pueblo de Jammu y Cachemira. Los organismos internacionales, en
particular el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y el Consejo
de Derechos Humanos, deberían mediar entre el Pakistán y la India para
encontrar una salida a la crisis actual.