Masaya, NICARAGUA (Agencia Fides, 29/08/2019) – Estamos presenciando la violación de los
derechos fundamentales y la falta de seguridad en la vida social del
país, en una situación que empeora día a día: esto es lo que la Iglesia
Católica y la sociedad civil denuncian que está sucediendo en Nicaragua.
Lo que le sucedió a una iglesia en Masaya creó una vez más este
desconforto: el p. Edwin Román, párroco de la parroquia San Miguel
Arcángel de Masaya, ha descrito como "contradictorio" la actuación del
comisario de la policia nacional, Ramón Avellán, que el miércoles 28
agosto ha guiado un grupo de la policía antidisturbios para asediar la
iglesia de San Miguel en Masaya, donde se celebró una santa misa para
exigir la liberación de los presos políticos en Nicaragua. La acción
clamorosa de la policía ocurre solo después de tres días que los agentes
han garantizado la seguridad y el servicio del orden durante la
ceremonia en la que el obispo René Sándigo se ha
establecido en Leónt. "Todos hemos visto al señor Avellán saludar al
obispo René Sandigo y hacer lo contrario aquí", dijo el sacerdote,
mostrando desconcierto.
Como se informó a Fides, la iglesia de San Miguel, bajo la guía del
padre Edwin Román, ha estado rodeada de agentes de policía,
antidisturbios y paramilitares desde el martes por la tarde. El padre
Roman ha sido seguido por la policía durante meses y ha sido provocado
por varios grupos. La celebración del miércoles
pasado se organizó para pedir la liberación de 126 prisioneros
políticos, como explica el informe de la Alianza Cívica para la Justicia
y la Democracia en una nota enviada a Fides. De los 126 presos
políticos, 53 fueron condenados, 37 están en juicio y 36 fueron
arrestados. 75 están encarcelados en el sistema penitenciario La Modelo,
38 en comisarías y 13 en la oficina de asistencia judicial, conocida
como El Chipote.
A pesar del asedio policial, muchos amigos y familiares de los presos
políticos y otros ciudadanos nicaragüenses llegaron a la iglesia
católica con sus banderas nicaragüenses, globos azules y blancos y
pancartas con fotos de prisioneros. Después de la celebración, un grupo
de creyentes abandonó en secreto por la salida secundaria de la iglesia
por temor a ser arrestados y detenidos.
Frente a esta actitud de intimidación llevada a cabo por la policía, el
pueblo de Nicaragua, junto con la Iglesia, espera con interés el camino
diplomático para la solución de la crisis. La Organización de Estados
Americanos (OSA) continúa el diálogo con el gobierno para enviar una
delegación completa a Nicaragua y discutir el tema de las elecciones
anticipadas.
Desde que comenzaron las manifestaciones contra el gobierno en abril de
2018, los miembros de la Iglesia Católica han sufrido agresiones o han
sido provocados de diferentes maneras, porque critican la actitud de las
autoridades. Aunque la Iglesia Católica dirigió el primer intento de
Diálogo Nacional, el gobierno del presidente
Ortega acusó a los obispos y sacerdotes de ser "líderes golpistas" solo porque a menudo asumían la defensa de los más débiles.