Manila, FILIPINAS (Agencia Fides, 13/01/2020) - Mientras Manila y muchas provincias adyacentes
se preparan para la erupción del segundo volcán más activo del país, el
Taal, cerca de Manila, los fieles católicos intensifican las oraciones
por la seguridad de las poblaciones en peligro. Esta mañana salió una
enorme nube de cenizas del cráter central del volcán que se encuentra a
60 kilómetros al sur de la capital de Manila, oscureciendo el cielo.
"Oramos por la seguridad de las personas que viven en áreas cercanas al
volcán Taal", ha dicho Mons. Pablo Virgilio S. David, obispo de Caloocan
y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas.
El Taal, a unas 40 millas al sur de Manila, ha comenzado a mostrar
signos de actividad. Se han sentido temblores en la isla del volcán y en
las aldeas cercanas a la ciudad de Agoncillo, en la provincia de
Batangas, donde los ruidos atronadores del volcán están generando gran
temor entre los residentes.
Decenas de miles de personas han sido evacuadas de sus residencias y
comunidades. El gobierno ha ordenado el cierre de escuelas y oficinas
públicas para hoy 13 de enero. Las autoridades también han emitido una
advertencia pública para la región central de Luzón, que incluye siete
provincias: Aurora, Bataan, Bulacan, Nueva Écija, Pampanga, Tarlac y
Zambales, en la isla central de Luzón. La alarma también se extiende a
la región de Calabarzon, que incluye cinco provincias: Cavite, Laguna,
Batangas, Rizal, Quezon y Lucena, además de la región de Metro Manila.
El Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología ha elevado el nivel
de alarma para el Volcán Taal al nivel cuatro (de los cinco existentes),
afirmando que "una erupción explosiva peligrosa podría producirse en
unas pocas horas o días".
El Instituto ha advertido que la erupción podría causar un "tsunami
volcánico" y ha aconsejado a las comunidades cercanas que tomen
precauciones contra las posibles olas del lago que rodea al volcán. En
la isla viven alrededor de 6,000 personas y el domingo la población
local fue trasladada a salvo a Batanga.
Debido a las advertencias sobre el "Tsunami volcánico", el gobierno ha
aconsejado a la población que permanezca en casa por razones de salud ya
que, después de la erupción, las cenizas son muy dañinas para la salud y
contienen partículas con dióxido de carbono, dióxido de azufre, flúor y
ácido clorhídrico.
El archipiélago filipino se encuentra en el llamado "anillo de fuego"
del Pacífico, donde las placas tectónicas chocan, causando terremotos y
frecuente actividad volcánica. En enero de 2018, decenas de miles de
personas fueron evacuadas debido a una erupción de Mont Mayon, en la
región central de Bicol. La última erupción de Taal data de 1977. La
erupción más fuerte que golpeó un área densamente poblada fue la del
volcán Monte Pinatubo en junio de 1991.