Beirut, LÍBANO (Agencia Fides, 18/03/2020) - La diócesis maronita de Byblos ha sido la
primera de esta iniciativa, el obispo Michel Aoun ha puesto a
disposición para los enfermos con coronavirus obligados a hacer
cuarentena, una residencia de verano perteneciente a la eparquía. Luego,
ayer por la noche, el padre Fadi Tabet, de la orden de los Misioneros
libaneses "Kreimisti", recientemente nombrado jefe del Santuario de
Nuestra Señora del Líbano en Harissa, anunció que pondría a disposición
de las autoridades sanitarias libanesas el Hotel Betania Harissa. La
amplia y acogedora residencia hotelera generalmente está reservada para
peregrinos, pero ahora acogerá a las personas contagiadas con
coronavirus que deben ser tratadas en cuarentena.
La epidemia de coronavirus ha llegado al Líbano en medio de una crisis
económica y política. También por esta razón, los gestos espontáneos de
resiliencia, generosidad y solidaridad que emergen en toda la sociedad
libanesa son aún más elocuentes.
Entre las comunidades cristianas, se están multiplicando las y siguiendo
las vicisitudes de los afectados por el virus, experimentando entre
todos esto como un momento de prueba en su viaje de fe.
En la comunidad jesuita, 11 padres han dado positivo en las pruebas de
Covid-19. Todos los padres de la comunidad viven aislados, cada uno en
su propia habitación, en la casa de los jesuitas de Monot, y han
comenzado un tiempo de retiro espiritual marcado cada noche con oración y
reflexión bíblica también difundidos fuera de la comunidad, para
cualquiera que quiera unirse desde su propia casa.