Lahore, PAKISTÁN (Agencia Fides, 04/05/2016) – La iglesia de Pakistán es una iglesia que vive
la fe en las dificultades de cada día, en un país con el 95% musulmán,
pero que posee “fervientes vocaciones sacerdotales y a la vida
consagrada, signo de la bendición de Dios, que está siempre cercano a su
pueblo”: lo señala a la Agencia Fides p. Inayat Bernard, Rector en el
Seminario menor de “Santa Maria” en Lahore.
P. Bernard,que lleva una estructura con 26 jóvenes seminaristas, recuerda las cifras
que distinguen a la Iglesia de Pakistán, floreciente en vocaciones: 23
ordenaciones sacerdotales, incluyendo sacerdotes diocesanos y
religiosos, desde comienzos de 2015 hasta la fecha, y 15 nuevos diáconos
que se están preparando para ser ordenado en 2016.
Mientras tanto, en
el Instituto Nacional de Teología de Karachi estudian 79 seminaristas
mayores, y en el seminario mayor dedicado a San Francisco Javier en
Lahore otros 96:
“Estas cifras presentan un futuro prometedor para la
Iglesia católica en Pakistán”, dice el padre Inayat, “sin olvidar las
muchas vocaciones dentro de las órdenes religiosas femeninas. Un signo
de esperanza que infunde confianza y valor aun en las dificultades”.
Es
cierto que la comunidad cristiana, en la complicada situación
socio-política de Pakistán, a veces sufre de discriminación o hay
incidentes de violencia, como el ataque que tuvo lugar durante la Pascua
en Lahore, “mientras que los ataques terroristas golpean de forma
indiscriminada objetivos religiosos, civiles y militares”, señala. Pero
estas dificultades “no afectan a nuestra libertad ni a la fe de la
gente, más bien la fortalecen y hoy estamos disfrutando de los frutos”,
concluye. “Es cierto que a veces experimentamos el martirio, peor esto
es en sí mismo, semilla de nuevos cristianos y sigue siendo un don de
Dios que sólo a través de la fe puede comprenderse y vivirse” concluye.