Temuco, CHILE (Agencia Fides, 04/07/2016) – El gobierno chileno está organizando una
inaudita mesa de diálogo para hacer frente al conflicto en la zona
Mapuche: lo ha confirmado a la prensa local el obispo de la diócesis de
Temuco, Su Exc. Mons. Héctor Eduardo Vargas Bastidas, S.D.B., a quien la
Subsecretaria del Interior le ha solicitado que tome parte como
principal organizador para contactar a los representantes del mundo
mapuche. “Es una iniciativa que surge del gobierno y que debe ser
anunciada muy pronto” ha dicho Mons. Vargas.
En esta “primera mesa de diálogo mapuche” en el segundo mandato de la
Presidenta Michelle Bachelet, se espera que participen dirigentes
mapuches, agricultores y personalidades del mundo académico, como el
premio Nacional de Historia, Jorge Pinto. No se descarta que se llame a
intervenir a miembros de los forestales y líderes del movimiento mapuche
más radical: ambos sectores han sido también contactados por el
gobierno, según la nota recibida en la Agencia Fides enviada por una
fuente local.
La preocupación de la Iglesia por la situación del pueblo mapuche
siempre ha estado presente. En diciembre de 2015, Mons Vargas declaró a
la Agencia Fides: “En la Araucanía se vive una situación compleja. Por
un lado hay una deuda histórica con el pueblo mapuche. Por otro lado,
los actos de violencia aumentan y se propagan, con todos los problemas
que esto conlleva. Sólo en la diócesis de Temuco, las actividades
pastorales llegan a un millar de comunidades mapuches. Este trabajo
también implica mejorar la dignidad, la cultura y los derechos del
pueblo mapuche, promoviendo instituciones que mejoren su calidad de
vida, tales como la formación de micro-empresas y aumentar la
productividad de sus tierras”.
En la Araucanía chilena, el llamado “conflicto mapuche” mantienen
enfrentados desde los años 90 al grupo étnico más grande e importante
del país, contra los agricultores y empresarios, debido a la propiedad
de la tierra, considerada por los Mapuche un “patrimonio ancestral”. En
las últimas semanas se han producido varios incidentes de choques
violentos entre indígenas mapuches y miembros de algunas de las
comunidades de los agricultores locales.