Minas Gerais, BRASIL (Agencia Fides, 30/09/2016) – El Consejo Indigenista Misionero (CIMI)
ha denunciado y condenado el ataque del 23 de septiembre realizado por
los agricultores (fazendeiros) y por hombres armados contra las
comunidades indígenas Xakriabá de Vargem Grande, en el municipio de
Itacarambi, al norte del estado de Minas Gerais.
En este episodio de violencia un joven indígena resultó herido por
golpes con piedras y trozos de madera, los funcionarios de la Secretaría
Especial de Salud Indígena (SESAI) recibieron amenazas y el misionero
del CIMI, el laico Nilton Santos Seixas, fue agredido, pero logró
escapar. Por razones de seguridad, Nilton se ha visto obligado a
trasladarse con su familia, abandonando su residencia en la ciudad de
Itacarambi.
“Existen fuertes indicios de que estos ataques paramilitares contra los
pueblos indígenas están en aumento y se están intensificando en el país,
como está ocurriendo en Mato Grosso do Sul”, se lee en el comunicado
del CIMI enviado a la Agencia Fides. La situación en la zona sigue
siendo tensa. “Consideramos sumamente importante que los responsables
del ataque a las comunidades Xakriabá sean identificados de inmediato,
para que respondan ante la ley del crimen cometido. Cada omisión del
gobierno de Brasil en este sentido puede servir como combustible para
nuevos ataques, quizás más graves, contra los pueblos indígenas y sus
aliados en esta y otras regiones del país”. El comunicado concluye así:
“El CIMI expresa su solidaridad con el pueblo Xakriabá, con los
funcionarios y con el misionero Nilton Santos Seixas y su familia por el
episodio violento que se ha producido y las consecuencias que ha
provocado”.