Brasilia, BRASIL (Agencia Fides, 21/09/2016) – En un informe de 172 páginas, el Consejo
Indigenista Misionero (CIMI) de Brasil, órgano vinculado a la
Conferencia Episcopal de Brasil (CNBB), ha publicado las cifras del 2015
sobre “la violencia contra los pueblos indígenas de Brasil”, que es el
título del informe
Los datos muestran que en 2015 se ha mantenido sin cambios la invasión
constante y la devastación de las tierras demarcadas. El informe hace
hincapié en el aumento de los ataques contra los campos de las
comunidades Guarani y Kaiowá, en el Mato Grosso do Sul. El Presidente
del CIMI, el arzobispo de Porto Velho, Su Exc. Mons. Roque Paloschi, en
la presentación del informe, se pregunta: “¿Porque se repiten las mismas
prácticas criminales, sin que se adopten medidas efectivas? ¿Hasta
cuando tendremos que presentar este tipo de informes?”.
La Agencia Fides informa de algunos datos del amplio documento. El
informe señala que se ha hecho poco para regularizar la situación de las
tierras indígenas. Según la Constitución Federal, todas las tierras
tradicionales indígenas deberían haber sido ya definidas en 1993, cinco
años después de la promulgación de la Constitución. Sin embargo, según
la investigación del CIMI a fecha del 31 de agosto de 2016, 654
territorios indígenas en Brasil sigue esperando los actos
administrativos del Estado para iniciar el proceso de demarcación. Este
número corresponde al 58,7% del total de las 1.113 tierras indígenas en
el país.
Con respecto a la violencia, según los datos oficiales de la Secretaría
Especial de Salud Indígena (Sesai) y del distrito de salud indígena del
Mato Grosso do Sul (DSEI-MS), se han producido 137 asesinatos de
indígenas en todo el país, 36 de ellos registrados por el DSEI-MS.
De los 87 casos de suicidio en todo el país, 45 han ocurrido en Mato
Grosso do Sul, especialmente entre los guaraníes y los kaiowá. Entre el
2000 y el 2015 se registraron 752 casos de suicidio sólo en este estado.
Un estudio reciente llevado a cabo por el Fondo de las Naciones Unidas
para la Infancia (UNICEF) y por el Grupo Internacional de Trabajo sobre
Asuntos Indígenas (IWGIA) sobre los grupos étnicos Guarani y Kaiowá,
afirma que estos jóvenes indios cargan con un trauma originado por los
acontecimientos narrados por sus padres: historias de explotación,
violencia, muerte y pérdida de la dignidad humana.
El informe considera también los datos parciales de la mortalidad
infantil indígena: las tres causas principales de muerte han sido la
neumonitis (8,2%), la diarrea y la gastroenteritis (7%).