Harissa, LÍBANO (Agencia Fides, 21/09/2016) – El terrorismo practicado en nombre de la
religión es “"un signo de los tiempos” que da testimonio del “acercarse
del Día del Juicio”. Y son “satánicas” las trampas de la discordia
diseminadas por aquellos que utilizan el Islam para justificar sus
diseños violentos de dominio. Estas son algunas de las expresiones más
fuertes pronunciadas por algunos de los altos representantes de las 16
comunidades religiosas cristianas, musulmanas y drusas, y en el Líbano
han participado en la jornada del martes, 20 de septiembre, dedicada al
encuentro de oración y reflexión común para invocar juntos el don de la
paz, adhiriendo al llamamiento lanzado por el Papa Francisco el domingo
pasado, en vista del encuentro interreligioso internacional que tuvo
lugar ayer en Asís.
La ceremonia del Líbano, organizada con la colaboración activa de la
Comisión eclesial para la Justicia y la Paz, se llevó a cabo al pie de
la estatua de la Virgen María, en el santuario mariano de Harissa, que
todos los años, el 25 de marzo, se convierte en el centro de la
festividad de la Anunciación, que se celebra como un día de fiesta
nacional para los cristianos y los musulmanes.
El sheikh sunita Mohammad Nokkari ha indicado el tracto escatológico de
la violencia cometida por los grupos que quieren “acelerar el
Apocalipsis”. Mientras que la referencia a la matriz diabólica del
terrorismo justificado con referencias a la religión ha sido planteada
por el representante alauita Mohammad Dayeh.
En un país sumido en las garras de una crisis política e institucional
devastadora, los líderes de las iglesias y todas las entidades
religiosas nacionales han dado una señal de armonía y de visión
compartida con respecto a la condición que se vive en esta fase
histórica en el Líbano y en todo Oriente Medio. Las intervenciones
breves – como la del patriarca maronita Bechara Boutros Rai – y las
invocaciones de paz se han ido intercalando con cantos a la Virgen María
e himnos bizantinos. Un coro islámico - informa la prensa libanesa - ha
interpretado un himno a María tomado del repertorio popular maronita.
Los líderes de las iglesias y comunidades religiosas - incluidos el
sheikh chií Ahmad Abdel Amir Kabalan y el representante druso Sami Aboul
Mouna - al final de la ceremonia, han recitado juntos una oración común
por la paz.