CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 21 de septiembre de 2016).- Después de la catequesis el Papa FRANCISCO, como es habitual, saludó a los
fieles procedentes de diversos países que habían participado en la Audiencia, entre ellos a los franceses de la diócesis de Angulema,
acompañados por su Obispo Hervé Gosselin, a los eslovacos,
especialmente a los grupos parroquiales y escuelas, así como a los
miembros de la undécima peregrinación del Ordinariato Militar
encabezados por el Arzobispo castrense Frantisek Rábek y a los
peregrinos de lengua alemana entre las cuales las estudiantes de la
Mädchen-Realschule Sankt Josef Schwandorf.
Con particular alegría saludó también a los peregrinos turcos,
fieles de la Arquidiócesis de Esmirna a quien acompañaba su Obispo
Lorenzo Piretto.
Entre los italianos recordó a los provenientes de diversas diócesis
de la península: Acqui, Grosseto, Nola, Sessa Aurunca y Tortona junto
con sus Obispos, así como a los alumnos del Seminario Mayor
Interdiocesano de Udine, Trieste y Gorizia, acompañados por su Arzobispo
Mons Mazzocato.
“Saludo –dijo- a los participantes en el curso organizado por la
Universidad Pontificia de la Santa Cruz, al consejo municipal de
Taranto con su arzobispo mons. Santoro, a los directores de las Casas de
la Divina Providencia de Italia y a los Misioneros Monfortanos, que
recuerdan el tercer centenario de la subida al cielo de su fundador de
San Luis María Grignion de Montfort. La visita a las tumbas de los
Apóstoles favorezca en todos el sentido de pertenencia a la familia
eclesial”.
Al final mencionó a los jóvenes, a los enfermos y a los recién
casados recordándoles que hoy se celebra San Mateo, apóstol y
evangelista. “Su conversión sea un ejemplo para vosotros, queridos
jóvenes, para que viváis la vida siguiendo los criterios de la fe; su
mansedumbre, queridos enfermos os sostenga cuando el sufrimiento parece
insoportable; y su seguir al Salvador os recuerde, queridos recién
casados, la importancia de la oración en la historia matrimonial que
habéis emprendido”.
Estas fueron sus palabras en español:
Queridos hermanos y hermanas:
Hoy hemos escuchado el pasaje evangélico que inspira el lema de este
año santo: Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso.
Dios ama con un amor tan grande que para nosotros parece imposible. Toda
la historia de la salvación es una historia de misericordia, que
alcanza su culmen en la donación de Jesús en la cruz. ¿Cómo alcanzar
esta perfección? La respuesta estriba en que Jesús no pide cantidad,
sino ser signo, canal, testimonio de su misericordia. Por eso los santos
han encarnado el amor de Dios que les desborda en múltiples formas de
caridad en favor de los necesitados.
El Evangelio nos da dos pautas para ello: perdonar y dar. Jesús no
busca alterar el curso de la justicia humana, pero manifiesta que en la
comunidad cristiana hay que suspender juicios y condenas. El perdón es
manifestación de la gratuidad del amor de Dios, que nunca da a un hijo
por perdido. No podemos ponernos por encima del otro, al contrario,
debemos llamarlo continuamente a la conversión. Del mismo modo, Jesús
nos enseña que su voluntad de darse está muy por encima de nuestras
expectativas y no depende de nuestros méritos, sino que la capacidad de
acoger su amor, crece en la medida en que nos damos a los demás, más
amamos, más lleno de Dios estará nuestro corazón.
Saludos
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en
particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Pidamos
al Señor que no perdamos nunca nuestra identidad de hijos de un mismo
Padre, que nos une en su amor. Que Dios los bendiga.