Johanesburgo, SUDÁFRICA (Agencia Fides, 01/03/2018) - “La subida del IVA afectará
principalmente a los pobres”, advierte la Oficina de Enlace
Parlamentario de la SACBC (Southern African Catholic Bishops’
Conference) al referirse a la política económica puesta en marcha por el
nuevo presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa. “Es posible que sean la
clase media y los ricos los que paguen la mayor parte del IVA, pero es
así porque son los que pueden comprar los productos más caros. Ellos sí
pueden hacer frente al porcentaje añadido”, afirma el documento enviado a
la Agencia Fides. “Pero las personas que tienen que elegir entre
comprar un par de zapatos baratos para los niños y cenar serán las que
se vean realmente afectadas”, subraya el texto.
El plan económico lanzado por el gobierno aumentará el IVA del 14 al 15%
desde el 1 de abril, pero también prevé la exención para 19 productos
alimenticios básicos. De acuerdo con la Oficina de Enlace Parlamentario,
es necesario ampliar la lista de productos exentos del IVA para
incluir, por ejemplo, “la ropa de bajo precio, el material escolar y los
artículos de higiene básica”. El Consejo de Ministros está considerando
la posibilidad de ampliar la lista de productos alimenticios exentos de
IVA para mitigar el efecto sobre los pobres que tendría el aumento de
un punto porcentual en la tasa impositiva.
“Los pobres también terminarán afectados por el aumento del consumo de
combustible más que los ricos a medida que aumenten las tasas
impositivas, al igual que los precios de los alimentos debido al aumento
en el coste de transporte”, destaca el análisis. “Y luego está la
cuestión de recortar 85.000 millones del gasto estatal en los próximos
tres años. Una gran parte de estos recortes se traducirá en reducciones
en las asignaciones a provincias y municipios para proyectos de
infraestructura. No sabemos qué proyectos se verán afectados pero es
evidente que habrá consecuencias negativas para el empleo en sectores
como la construcción y el transporte, donde muchos de los trabajadores
tienen sueldos bajos. Sin lugar a dudas, algunos proyectos destinados a
mejorar las condiciones de vida en los asentamientos informales, las
mejoras en el transporte público, en las instalaciones eléctricas y
otros más, se dejarán de lado o se pospondrán”.
Pero todavía hay razones para la esperanza. El gran agujero
presupuestario que dejó en las arcas del estado el presidente Jacob
Zuma, -obligado a renunciar debido a los repetidos escándalos de su
presidencia-, puede ser llenado: “Así como el señor Zuma cavó el agujero
en el que nos encontramos con sus decisiones irresponsables, con su
indiferencia hacia asuntos fiscales y económicos y con su asociación con
una serie de estafadores y depredadores, el señor Ramaphosa puede
llenar el agujero del presupuesto haciendo exactamente lo contrario:
nombrando ministros honestos y competentes y escuchando sus consejos;
dando ejemplo al administrar un ejecutivo reducido; y asegurándose de
que los ladrones y los estafadores sean descubiertos y enviados a la
cárcel”. “Las próximas semanas y meses nos dirán si puede hacerlo y cómo
se propone abordar estas tareas. Mientras tanto, al menos parece que
hemos dejado de aumentar el agujero del presupuesto”, concluye el
análisis.