Hanoi, VIETNAM (Agencia Fides, 01/03/2018) - Jesucristo es el modelo y el mejor ejemplo del
que podemos aprender el liderazgo: así lo piensan, según la información
de la Agencia Fides, los jóvenes católicos de Vietnam reunidos en el
grupo juvenil católico “Nhom Lau Yeu Thuong” (“Fuego del amor”), un
grupo que fue introducido en Vietnam hace 27 años por los jesuitas
estadounidenses. El movimiento, que realiza un enfoque de life-coaching
católico, promueve entre los jóvenes un programa especial centrado en
“el liderazgo según Jesús”.
Después de un seminario reciente en Hanoi, el católico Bien Tran de 31
años, uno de los instructores, explica a Fides: “Es un programa juvenil
que intenta proponer a los jóvenes que sintonicen el corazón, la cabeza y
los hábitos con el modelo del liderazgo transformador de Cristo, el
líder más grande de todos los tiempos. Se trata de hacer descubrir la
diferencia entre el liderazgo basado en el amor y el basado en el
poder”.
Los seminarios llevan a los jóvenes a “adquirir sugerencias prácticas
para cambiar, establecer metas significativas que estén arraigadas en la
visión y en los valores fundamentales del Evangelio”. Queremos guiarlos
en la toma de decisiones, construyendo hábitos diarios que fomenten el
crecimiento personal y que les ayuden a largo plazo a través de un
life-coaching basado en el camino de Jesús”, dice a Fides Bien Tran.
Miles de jóvenes vietnamitas han participado a lo largo de los años en
estos cursos organizados en diferentes partes del país.
En los cursos se ofrece información sobre espiritualidad, sugerencias
sobre cómo poner en práctica la propia fe, sobre la conciencia social y
sobre cómo vivir una vida coherente, contribuyendo al bien común. Los
jóvenes salen de los seminarios “motivados y convencidos en la búsqueda
de opciones de vida siguiendo los principios evangélicos”, dice Tran.
"Nuestro esfuerzo es inspirar a las personas a mirar a Cristo como el
mejor modelo de líder de todos los tiempos. El liderazgo efectivo
comienza desde dentro del corazón”, afirma.
Una chica entre los participantes, Nguyen Phuong, ha dicho a la Agencia
Fides: “Después de este encuentro, pienso en mi futuro, en la escuela,
en el trabajo, quiero ser como Jesús y este es un viaje de
transformación. Este curso me ha enseñado lo importante que es amar a
Dios, amar a los demás y amarme a mi misma. He experimentado una fe
poderosa, al igual que la confianza y la esperanza en Dios. He sentido
una gran paz. Dios ha venido a mi encuentro y me ha dicho: te conozco,
te perdono. Él siempre está conmigo, pero ahora lo he reconocido”.