Pekín, CHINA (Agencia Fides, 01/03/2018) – Acaba de iniciar el Año de los jóvenes en la
Arquidiócesis de Tai Yuan, en la provincia de Shanxi, en la parte
septentrional de la República Popular China. Según la información
recibida en la Agencia Fides desde “Faith”, más de dos mil jóvenes
católicos han participado a una solemne procesión de inauguración, en la
que han sacado a las calles los grandes iconos de los santos Gregorio
Maria Grassi OFM, Juan Pablo II y la Madre Teresa de Calcuta. El Año
Especial, lanzado por la diócesis, abarcará desde el 16 de febrero hasta
el 25 de noviembre de 2018 y servirá como preparación para vivir el
Sínodo de los Obispos dedicado a los jóvenes. De hecho, el tema general
del Año es: “Buscar a Dios para caminar juntos en la Iglesia universal”,
un tema escogido en sintonía con la indicación dada por el Papa
Francisco para la XV Asamblea del Sínodo de los Obispos sobre el tema
“Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”.
Según la información recibida en la Agencia Fides, la solemne
celebración de apertura del Año de los Jóvenes, que se ha celebrado el
pasado 21 de febrero, ha sido presidida por Mons. Paolo Meng Ning You,
obispo diocesano, y concelebrada por 60 sacerdotes, en presencia de 5
diáconos, 24 seminaristas y 28 religiosas. En medio del típico ambiente
festivo de los encuentros juveniles, y cantando “Somos jóvenes de
Cristo”, los presentes han escrito sus mensajes en un “muro de los
pensamientos” preparado para recibir las reflexiones, ideas, deseos y
propósitos espirituales de los jóvenes, que se preparan a vivir un
tiempo especial.
La procesión solemne se ha caracterizado por los colores celeste y rojo,
que expresan la esperanza de que los jóvenes sigan los pasos de los
santos y mártires de la Iglesia, creciendo en la fe. Como ha explicado
el canciller de la diócesis, el p. Lv Xu feng “el celeste indica la
conmemoración de los 160 años de Nuestra Señora de Lourdes; de este modo
se invita a los jóvenes a seguir el ejemplo de la Virgen; el rojo es el
color de los mártires, que alienta a los jóvenes a heredar el espíritu
del martirio por la causa de la fe”. El Año de los jóvenes se divide en
cinco etapas, cada una marcada por un versículo del Evangelio: la
búsqueda; la promoción vocacional; el conocimiento de la Iglesia;
“Aleluya”, concurso de canto sacro; la esperanza y la peregrinación de
los jóvenes.
Mons. Paolo Meng está muy orgulloso de la juventud católica diocesana y
explica: “La fe y la vocación son dos elementos que están bien
arraigados en sus corazones. Debemos acompañar el camino de los jóvenes y
su discernimiento vocacional en un mundo secularizado. Ellos son el
futuro del mundo y de la Iglesia. Tenemos 60 sacerdotes que ofrecen
servicio pastoral en la diócesis, y otros 130 sirven en otras diócesis o
comunidades chinas. Somos bendecidos con tantas vocaciones al
sacerdocio, es verdad, pero no podemos acontentarnos. Esperamos que,
gracias a iniciativas como esta, dedicadas a los jóvenes, puedan
florecer nuevas vocaciones de jóvenes que deseen entregarse al
sacerdocio y a la vida consagrada. De esta manera, podemos continuar
enviando misioneros a las comunidades que los necesiten”.