Lahore, PAKISTÁN (Agencia Fides, 09/04/2018) - La Comisión Nacional para el diálogo
interreligioso y el ecumenismo, de la Conferencia Episcopal Católica de
Pakistán, ha expresado en un comunicado enviado a la Agencia Fides,
plena solidaridad con las familias cristianas del distrito de Narowal,
en Punjab, expulsadas de sus propiedades y despojadas de sus derechos
tras la acción violenta de algunas personalidades influyentes
musulmanas.
La Comisión, formada por líderes religiosos musulmanes y cristianos, se
ha dirigido a Narowal, encabezada por el padre Francis Nadeem OFM Cap
(Secretario Ejecutivo de NCIDE) y por el líder musulmán Muhammad Asim
Makhdoom. Además estaban presentes numerosos representantes cristianos y
musulmanes que han “condenado firmemente este acto brutal y exigido que
se haga justicia”, remarcando “la necesidad de que se emprenda una
acción legal de forma inmediata”. La Comisión también ha asegurado a las
víctimas toda su cooperación, prometiéndoles asistencia legal. Las
familias cristianas locales han manifestado su gratitud porque “algunos
líderes musulmanes también han condenado esta injusticia y han pedido al
gobierno que actúe inmediatamente contra los culpables”.
El 1° de abril, más de 30 familias cristianas han sido sacadas por la
fuerza de sus hogares y ahora se encuentran en la condición de
refugiados, sin hogar. Son todos feligreses de la iglesia cristiana
presbiteriana de la aldea de Sankhatra, en el distrito de Narowal,
provincia de Punjab. La comunidad se vio obligada a abandonar sus casas -
que están construidas en terrenos de propiedad del gobierno - después
de la acción violenta promovida por el propietario de un horno de
ladrillos de arcilla, Muhammad Ismail, miembro de la Liga Musulmana de
Pakistán (Nawaz). Tan pronto como los cristianos fueron expulsados, a
través de la violencia, los trabajadores del horno comenzaron a proteger
la zona y ha construir un muro para que las familias no puedan
regresar. Según los cristianos, Muhammad Ismail está tratando de
reclamar la propiedad de la tierra usando documentos falsos. Las
familias han escrito al gobierno para pedir justicia. Las comunidades
cristianas locales están
ofreciendo alojamiento de emergencia a las personas desplazadas.