Boa Vista, BRASIL (Agencia Fides, 08/08/2018) – Ante las amenazas de muerte a los miembros
del Servicio Jesuita a Refugiados (SJR) y los ataques mediáticos contra
los representantes de la comunidad católica, la Iglesia responde con "un
rechazo a toda incitación a la violencia y la intolerancia ". Como lo
ha constatado Fides, en los últimos días se han difundido muchos
mensajes de xenofobia y de odio, como el linchamiento virtual de un
abogado del SJR y de un clérigo. El comunicado de la diócesis de
Roraima, confirmado por otros organismos eclesiales, ilustra los hechos:
"Fue publicado en las redes sociales un video en el que un colaborador
de nuestros servicios informa a un grupo de familias venezolanas
inmigrantes sobe los procedimientos legales de expulsión de una
propiedad o de un terreno ocupado. Estas familias vivían pacíficamente
en una casa abandonada, en los suburbios de la capital del estado, Boa
Vista, y les habían informado de que estaban obligados a dejar el
inmueble. En Brasil, la acción del Estado se rige por un conjunto de
procedimientos formales para salvaguardar los derechos de las personas,
especialmente de aquellas en situaciones de vulnerabilidad social…y era
esto lo que el colaborador les estaba explicando".
Sin embargo, “personas con mala fe” han divulgado el video con el título
"ONG apoyadas por el PT (Partido de los Trabajadores, de Dilma Rousseff
y Lula da Silva) en el que enseñan a los inmigrantes venezolanos a
invadir las casas de los brasileños". La Iglesia local señala que "se
trata de manipulación política". Brasil está entrando en campaña
electoral y los ataques sea a la Iglesia que a los emigrantes se
repiten. El canal que ha lanzado la grabación pertenece a un candidato
político del Partido Patriota, que apoya la candidatura a la Presidencia
de la República de Jair Bolsonaro, de la extrema derecha, dice la
diócesis.
La diócesis de Roraima explicó el incidente a la opinión pública durante
una conferencia de prensa. Trenta y siete instituciones suscribieron el
comunicado y la Conferencia Episcopal Brasileña expresó su "solidaridad
y apoyo a las acciones de la Iglesia orientadas a garantizar una vida
digna para los refugiados y los migrantes". La diócesis hace un
llamamiento a la sociedad del estado de Roraima, “compuesta por
inmigrantes de muchos lugares diferentes, mosaico de culturas e
historias diversas, a afirmar que somos una sociedad receptiva y
abierta" y pide "uso responsable y maduro de los medios de comunicación
social, para que sean un vehículo de unión y solidaridad y para que no
sean utilizados para apoyar posiciones y discursos xenófobos y
violentos."
Mientras tanto, este martes, el Tribunal Federal de segunda instancia de
Roraima ha anulado la decisión del juez Helder Girão Barreto, quien
había ordenado la suspensión del ingreso y de la admisión al país de
inmigrantes de Venezuela hasta que se restableciera un “equilibrio
numérico”. Para la corte, "cerrar la frontera significa no reconocer al
inmigrante venezolano como igual al ciudadano brasileño".