Roraima, BRASIL (Agencia Fides, 30/08/2018) – El gobierno federal de Brasil ha decidido
aplicar la ley de garantía y el orden en el estado de Roraima, esto
significa que autoriza a las fuerzas armadas para actuar en el estado
que es atravesado por un flujo masivo de inmigrantes venezolanos: lo
anunció el Ministro de Seguridad Pública, Raul Jungmann, el martes 28 de
agosto. La situación continúa presentándose muy crítica. El primero de
marzo, Mons Mario Antonio da Silva, Obispo de Roraima, dijo a Fides: "En
los últimos 45 días más de 18.000 venezolanos llegaron a Roraima, se
estima que llegan cada día de 300 a 400 personas, todos necesitados y
con un gran deseo de continuar sus vidas con dignidad". En julio de
2018, la prensa publicó una declaración del Ministerio del Interior de
Brasil, la cual informó que entre enero y junio de 2018 se habían
recibido 16.953 solicitudes de reconocimiento de la condición de
refugiado, de los cuales 16.523 (97% del total), por
Venezolanos, el resto cubanos (155), haitianos (139) y ciudadanos de
otros países (133). Solo en mayo de 2018, cuando Maduro fue reelegido,
Brasil registró 4.054 solicitudes venezolanas para ser reconocidos como
refugiados.
Las demandas de los venezolanos en el estado de Roraima, sin embargo, no
representan fielmente el flujo migratorio o el número de venezolanos
que viven en ese estado, ya que muchos están en tránsito y, después de
haber pedido ser declarados refugiados, se han ido a otras regiones del
país. . El ejército brasileño y las Naciones Unidas (ONU), trabajando
juntos en Roraima para atender a los inmigrantes, estiman que entre 600 y
700 personas vienen de Venezuela todos los días. Según datos oficiales,
más de 70,000 refugiados venezolanos llegaron a Roraima desde 2015.
Pero se sabe que este número no es fiel a la verdad.
La situación cambió por completo en Roraima después del 18 de agosto,
cuando una multitud de brasileños atacó los improvisados campamentos
venezolanos para quemar y destruir todo, luego de que un negociante
local fuera asaltado por cuatro inmigrantes venezolanos. El mismo día,
1.200 venezolanos regresaron a su país.
La única ayuda que los inmigrantes venezolanos reciben en Pacaraima es
el desayuno ofrecido por la parroquia dirigida por el sacerdote español
Jesús Boadilla: un poco de pan y un café, a los
más de 1,500 venezolanos, desde el lunes los viernes, para muchos es la
única comida del día. El padre Boadilla enfatizó que "los venezolanos
que vienen a la parroquia no tienen nada en absoluto, tienen hambre y el
25% son menores de edad". A pesar de las últimas tensiones entre
residentes y migrantes, el flujo de venezolanos no muestra signos de
disminuir.