Katmandú, NEPAL (Agencia Fides, 30/08/2018)- Crear conciencia generalizada y contribuir a
contrarrestar fenómenos como la trata de seres humanos son los objetivos
con los cuales Cáritas Nepal trabaja, desde 1991, brinda educación y
apoyo a los niños en los campos de refugiados en Nepal. Actualmente, la
población de refugiados en el país es de 10.000 personas y el número
total de refugiados reasentados supera las 100 000 personas. Son datos
que da la hermana Marisa de la Congregación de Jesús. A inicio de los
años noventa, en Bután la nación la vecina, estalló la violencia hacia
los “Lhotshampas” (bhutaneses de etnia nepalí).
El miedo y la persecución provocaron que muchos Lhotshampas huyeran de
sus hogares en busca de refugio en los campamentos de refugiados en
Nepal. En 1996, se contabilizaban 84.000 refugiados repartidos en siete
poblados. Diez años más tarde, en 2007, se llegó a un acuerdo
internacional para el reasentamiento de estas personas en Australia,
Nueva Zelanda, Canadá, Estados Unidos y en Europa. En este tiempo,
Cáritas ha proporcionado educación a los niños de Bhután.
El compromiso de la Iglesia para combatir la trata y la esclavitud
también es contínuo. “Al menos 5 millones nepalíes trabajan en el
extranjero y muchos de ellos se encuentran en situaciones difíciles y
peligrosas. Todos los días, al menos cuatro trabajadores migrantes
nepalíes mueren en el exterior. Muchos de ellos son trabajadores no
cualificados que terminan mal pagados”, destaca la hermana Marisa.
Cáritas ha lanzado un proyecto piloto para asegurar que los jóvenes en
busca de trabajo sean conscientes y sigan las prácticas de migración
adecuadas, entendiendo cuáles son sus opciones en el país y en el
extranjero.
Aproximadamente 350.000 nepalíes emigran al exterior cada año atraídos
por las oportunidades de empleo y los salarios más altos. El 40% han
reportado abusos o violencias e incluso chantajes por parte de sus
empleadores. Las mujeres son el grupo más vulnerable porque alrededor
del 95% de ellas no tienen documentación. Cáritas ofrece apoyo para
empoderar a las mujeres y evitar así la explotación. UNICEF estima que
unas 7000 mujeres y niñas nepalíes viajan cada año a la India engañadas.
Allí son víctimas de redes criminales que las obligan a prostituirse,
mientras que otras son forzadas a trabajar en jornadas extenuantes y en
condiciones espantosas en la industria textil o como empleadas
domésticas. Cáritas Nepal trabaja actualmente en once distritos que
tienen una alta tasa de migración para proteger a hombres, mujeres,
jóvenes y niños de la localidad y para prevenir la trata.