Ruy Barbosa, BRASIL (Agencia Fides, 02/10/2018) - Unos días después de la publicación de la
“Carta al Pueblo de Dios sobre las elecciones de 2018”, previstas para
el 7 de octubre, -y destinada a los católicos de su diócesis-, el obispo
de la diócesis de Ruy Barbosa (en el estado de Bahía) y presidente de
la Comisión Pastoral de la Tierra de la Conferencia Episcopal de Brasil
(CNBB), monseñor André de Witte, ha sido objeto de violentos ataques
verbales en las redes sociales por partidarios del candidato
presidencial Jair Bolsonaro. Así lo ha conocido la Agencia Fides por
declaraciones del padre Gilvander Moreira, asistente teológico de la
Comisión en el estado de Minas Gerais, y lo confirman otros sacerdotes y
laicos de la diócesis de Ruy Barbosa preocupados por la situación.
El obispo recomendó no elegir a los senadores y diputados federales que
apoyaron “la enmienda constitucional n.95 / 2016, conocida como 'PEC de
la muerte' (congelación por 20 años de cualquier tipo de inversión en
políticas públicas y sociales) y la reforma laboral”. Monseñor De Witte
pidió no votar por los candidatos “que atacan los derechos humanos y
defienden el uso de armas como una solución a los problemas sociales”,
ni tampoco aquellos que “no defienden los valores de la vida desde la
fecundación hasta la muerte natural, de la familia, en conformidad con
el plan de Dios, la libertad religiosa, el respeto, la salud, la
educación, el derecho a un techo y la preservación del medio ambiente”.
En cambio, invitó a la gente a elegir candidatos que “luchen por el
reconocimiento de los territorios indígenas”, las comunidades
“quilombolas” (descendientes de esclavos afro-brasileños) los gitanos, y
“quienes estén comprometidos con la reforma
agraria, la vivienda social y los derechos de trabajadores y
trabajadores”. Además, el obispo recomendó verificar si los candidatos,
incluidos los diputados del Senado, “están más preocupados por dar una
buena imagen durante la campaña electoral que por presentar propuestas
para los grandes problemas sociales del país”.
Unos días más tarde, la asamblea de los obispos y fieles de la región
“Nord 1”, compuesta por 9 jurisdicciones eclesiásticas, animó a los
ciudadanos a “conocer y evaluar las propuestas y la vida de los
candidatos en el poder ejecutivo intentando identificar claramente los
intereses de cada candidato” y verificar “si en su acción política se
han comprometido por el bien común”.
Ayer, 1° de octubre, también monseñor Reginaldo Andrietta, obispo de
Jales (estado de San Pablo) escribió: “Las posiciones de muchos
cristianos y el apoyo de un candidato presidencial que siembra
violencia, odio, racismo, homofobia y prejuicios hacia las mujeres y los
pobres son escandalosas”. Monseñor Andrietta denunció a quienes “usan
falsamente temas como el aborto, el género, la familia y la ética; hacen
apología de la tortura, de la pena de muerte, del uso de armas”,
mientras que “otros candidatos usan el nombre de Dios en vano, algo que
censura la Sagrada Escritura”. La referencia explícita es al candidato
Jair Bolsonaro, que la prensa y las redes sociales definen como “el
Trump brasileño”. Un político con experiencia, capitán del ejército
retirado que ostenta su catolicismo y es apoyado explícitamente por las
iglesias neopentecostales. Bolsonaro defendió recientemente la
desigualdad salarial entre hombres y mujeres y pronunció condenas
ofensivas
hacia negros, indios y gitanos. Sin embargo, para sus leales, que lo
llaman “el mito”, sería “el único que puede salvar el país de la
corrupción y el desorden moral, económico y político”. El 29 de
septiembre, Bolsonaro declaró en una entrevista: “Por lo que veo en las
calles, no aceptaré ningún resultado que no sea mi elección”.