El Cairo, EGIPTO (Agencia Fides, 01/10/2018) - El 28 de septiembre fue enterrado en el
cementerio del monasterio copto-ortodoxo de San Macario el monje Zaynoun
al Makar. El monje murió de un ataque al corazón, según las primeras
investigaciones de la policía. Los hallazgos hechos en el cuerpo
desmienten las informaciones según las cuales el monje se habría quitado
voluntariamente la vida al ingerir veneno. El monje padecía una
enfermedad cardíaca y estaba disgustado por la reciente disposición de
sus superiores de trasladarlo del monasterio de San Macario, en la
región de Wadi Natrun, al monasterio de Koussia, en la provincia de
Assiut.
Los demás monjes explicaron que se presentaron en la celda del monje
cuando escucharon que se quejaba por un malestar. Inmediatamente se
llamó a la ambulancia que, por desgracia, llegó al monasterio cuando el
monje ya estaba muerto. Se han encontrado muchos fármacos en su celda. Según Anba Bijoul, abad del monasterio en Koussia, Zaynoun se llevaba
bien con todo el mundo. Ingresó a un convento en Francia y después se
trasladó a Egipto, donde vivió durante 20 años en el monasterio de
Natroun. Después del asesinato del obispo copto-ortodoxo Epifanio,
Zaynoun había sido llamado para ofrecer su testimonio como defensor de
los otros monjes Isaías y Filtaos, acusados por el asesinato de Anba
Epifanio. Zaynoun era miembro de un grupo abierto de whatsapp donde se
discutía sobre los problemas y la gestión del monasterio.
Anba Bijoul, abad del monasterio de la Santísima Virgen “al mahrak” en
Koussia, en la provincia de Assiut, confirmó las buenas relaciones que
unían a Zaynoun con sus hermanos. Según los informes del abad, el monje
Zaynoun se había alejado de la vida monástica durante 3 días una semana
después de su llegada a Koussia. Después pidió ser readmitido y su
solicitud fue aceptada sin problemas.
Las especulaciones mediáticas que surgieron en torno a la desaparición
del monje Zaynoun han vuelto a poner de relieve el delicado momento que
pasan las comunidades monásticas de la Iglesia copto-ortodoxa, aún
marcada por el asesinato del obispo Epifanio, perpetrado el 29 de julio
en el monasterio de San Macario.