Kinshasa, REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO (Agencia Fides, 01/10/2018)- “Ha habido avances pero todavía existen
temores de que las elecciones del 23 de diciembre puedan ser falseadas”.
Es el mensaje que el secretario general de la Conferencia Episcopal del
Congo (CENCO), el padre Donatien Nshole envió en una conferencia sobre
la situación en la República Democrática del Congo. La conferencia fue
organizada con ocasión de la 39 sesión del Consejo de las Naciones
Unidas celebrado entre el 10 y el 28 de septiembre.
El padre Nshole admite que algunos puntos fundamentales de los acuerdos
de San Silvestre de 2016 han sido cumplidos como el respeto del
calendario electoral, la inscripción de los candidatos y la publicación
de las listas electorales. Además, el presidente Josesph Kabila decidió
no postularse para un tercer mandato que representaría una violación de
la Constitución.
Sin embargo, queda mucho por hacer para que las votaciones del 23 de
diciembre sean realmente creíbles. Entre las cuestiones pendientes
figura el uso de máquinas de voto electrónico que despiertan los recelos
entre la oposición ya que aseguran que pueden ser trucadas. El
secretario general de la CENCO espera que si la mayoría y la oposición
no llegan a un acuerdo sobre su uso, se regrese al método de votación
tradicional.
También despierta perplejidad la decisión del gobierno de no buscar
ayuda internacional para organizar la compleja logística necesaria para
organizar los distritos electorales en todo el país, cuya vasta
extensión es de 2.345.000 km². A esto se añade el hecho de que las
provincias de Kivu del Sur y el Kivu del Norte están sometidas a la
violencia de grupos armados y afectadas por la propagación del virus del
Ébola.
“En el pasado, el Gobierno habló de problemas financieros como motivo
para posponer las elecciones programadas para finales de 2016. ¿Pero
ahora, en el último minuto, tenemos suficiente dinero como para no estar
interesados en financiación externa? ¿Era entonces una cuestión
financiera o de voluntad política? Es ridículo que un país rico como el
Congo no tenga el dinero para organizar las elecciones dentro de los
límites de tiempo impuestos por la Constitución. No se puede improvisar,
todo se debe meter en el presupuesto”, subrayó el padre Nshole.
La Iglesia ha capacitado a 40.000 observadores electorales que son de
vital importancia, visto que no han sido invitados expertos
internacionales para garantizar la imparcialidad de la votación. Después
de recordar el papel fundamental de la Iglesia al oponerse a Mobutu en
los años 90, el padre Nhsole asegura: "Algunos todavía creen que la
Iglesia tiene algo personal contra el presidente Kabila. Tenemos que
releer la historia para entender que la Iglesia ha desempeñado su papel.
Le repito a los opositores que nos felicitan porque nuestra posición
satisface sus intereses: Piensen de nuevo. Un día si ustedes están en el
poder también les observaremos de