Palu, INDONESIA (Agencia Fides, 02/10/2018)- Hay una gran movilización de ayuda humanitaria por
parte de la comunidad y de las agencias de auxilio católico después del
terremoto y el tsunami que azotó la isla de Sulawesi en Indonesia el 28
de septiembre.
Palu es la ciudad más afectada. El terremoto produjo un tsunami con olas
de 6 metros en la ciudad, que cuenta con unos 380.000 habitantes. El
desastre le ha costado la vida a más de 1200 personas y ha destruido más
de 17.000 edificios, entre centros comerciales y mezquitas. Las vías de
comunicación terrestres también fueron dañadas seriamente y los
derrumbes que obstruyen la vialidad hacen difícil asistir a los
sobrevivientes.
Existe, además, una creciente preocupación por la región de Donggala, al
norte de Palu, y cercana al epicentro, y por dos otros distritos con
una población total de aproximadamente 1,4 millones de personas.“Las
agencias humanitarias están trabajando para llegar con la ayuda
necesaria a las zonas afectadas”, dijo a Fides Yenni Suryani, director
en Indonesia de Catholic Relief Services (CRS), la agencia humanitaria
oficial de la iglesia en los Estados Unidos. “El aeropuerto está dañado y
el acceso a Palu y Donggala es un grave problema. Debemos conducir por
tierra por 10-12 horas y esto ralentiza y dificulta el socorro en los
próximos días. La electricidad y las líneas telefónicas son limitadas”,
señala.
Hasta ahora, casi 60.000 personas han sido desplazadas y requieren ayuda
de emergencia, pero, conforme continúan las operaciones de rescate, el
número de víctimas aumenta. También un equipo de emergencia de Cáritas
Indonesia se dirige a Palu para evaluar las necesidades de los
sobrevivientes de los eventos naturales, explicó a Fides el padre Banu
Kurnianto, director de Cáritas Indonesia. “Los sobrevivientes luchan por
encontrar comida y agua potable. Necesitan una vivienda adecuada y
apoyo médico. El terremoto dañó las carreteras y las telecomunicaciones,
creando muchos problemas para el envío de personal y de ayuda en el
área”, destaca.
“Estamos reforzando nuestro equipo en Makassar y también estamos
enviando un equipo de Yakarta”, agregó Yohanes Baskoro, gerente de
programa de Caritas Indonesia, conocida localmente como ‘Karina’.
“Tomará mucho tiempo para recuperarse de este desastre”, afirma, al
tiempo que enfatiza que “el suministro de agua ha sido contaminado por
los cadáveres, y esto representa una amenaza potencial de epidemias”.
“Oramos por los voluntarios que intentan salvar las vidas en Sulawesi”,
dijo a Fide Yuli Nugrahani, trabajador social e integrante de la
Comisión Justicia y paz de la diócesis de Tanjungkarang, y de la
Conferencia Episcopal de Indonesia. Según la ONU, en total, 1,9 millones
de personas han sido afectadas por el desastre en Sulawesi. En
Indonesia en 2004 un terremoto causó un tsunami en el Océano Índico que
dejó 120.000 indonesios muertos.